La caída de cascotes urge el arreglo de la fachada de La Magdalena

L. Amo
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Patrimonio insta al Arzobispado a redactar un informe para frenar el deterioro de este Bien de Interés Cultural con una portada que alberga el escudo en piedra más grande de España

La Iglesia de Santa María Magdalena necesita una restauración de, al menos, su portada principal.Lo lleva pidiendo varias semanas tras los continuos desprendimientos de piedras de esta emblemática fachada hasta el punto de que se ha clausurado una de las entradas por la calle Colón para evitar posibles accidentes. Las intensas rachas de vientos desde finales de enero y las precipitaciones que han humedecido bastante la piedra han motivado una peligrosa situación de continuas caídas de pequeños fragmentos que, aunque no están exactamente identificados proceden de cornisas y el propio escudo en lo que supone el desmoronamiento de la piedra caliza con la que está construido este templo que, además, se da la circunstancia esta parroquia es incluso anterior a la propia constitución como tal de la Diócesis de Valladolid erigiéndose como una de las iglesias más antiguas de la ciudad fechada entre 1538 y 1570 y con un estilo arquitectónico que combina el gótico isabelino con el renacentista.


La situación de emergencia ante la peligrosidad para la vía pública como para la conservación de la portada ha provocado que Patrimonio y Ayuntamiento hayan urgido al Arzobispado de Valladolid la redacción de un proyecto para una intervención urgente e intentar solventar esta situación cuya medida preliminar, visible desde hace un tiempo, ha sido por parte de la Policía Municipal mediante el vallado de parte de la escalinata de acceso principal a la iglesia que es donde se han detectado los desprendimientos.


En los últimos días la delegación diocesana de Patrimonio ha puesto en conocimiento de la situación a la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, tal y como ha indicado el propio responsable del área, osé Luis Velasco, quien ha recibido a su vez un documento de la misma administración para que a la mayor brevedad posible sus legítimos propietarios -la Diócesis- redacten un informe con la correspondiente intervención sobre la centenaria portada y evitar de este modo que siga la degradación de este templo que está declarado comoBien de Interés Cultural. Una intervención, por ciento, que desde el propio Arzobispado creen no será técnicamente laboriosa aunque sí requerirá una compleja logística en lo que se refiere al montaje de una estructura para acceder a toda la fachada y ver in situ los posibles problemas que haya.


El citado proyecto tendrá que recibir el visto bueno de la correspondiente Comisión de Patrimonio, los mismos que lo han requerido, y seguidamente, antes de iniciar los trabajos de restauración como tal, el Arzobispado de Valladolid deberá contar con la oportuna licencia por parte de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento.


Se da la circunstancia, asimismo, que los orígenes de la iglesia datan de mediados del siglo XII con una antigua capilla dentro de la muralla de Valladolid, de la que actualmente sólo queda en ese punto el arco mudéjar de María de Molina. El templo actual de La Magdalena se levantó hacia a mediados del XVI y, entre sus peculiaridades, destaca su majestuosa fachada y en concreto el gran escudo que la preside.

 

Se trata del distintivo del patrón, el obispo Pedro de la Gasca, y se erige como el escudo labrado en piedra más grande de toda España. Su interior destaca por el sepulcro del citado obispo en alabastro, el retablo mayor de Esteban Jordán y otras obras escultóricas pertenecientes a Francisco Giralte o Francisco del Rincón.