Mas niega irregularidades en CDC y critica la 'guerra sucia' del Gobierno

AGENCIAS
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El jefe de la 'Generalitat' carga contra el Ejecutivo por producirse los registros en vísperas de celebrarse el 27-S

Lo que parecía que iba a ser un mitin de precampaña en el mejor escenario posible, el Parlament, se convirtió ayer para el presidente catalán, Artur Mas, en una sucesión de ataques contra su persona por el tema sobre el que giró prácticamente la tarde:el supuesto cobro de comisiones del 3 por ciento por parte de su partido, CDC. Ycomo la mejor defensa es un buen ataque, el barcelonés, tras negar cualquier atisbo de corrupción, cargó contra el Gobierno central, al que acusó de protagonizar una «guerra sucia» contra el frente independentista que él lidera, a poco más de tres semanas escasas de unas elecciones regionales que quiere hacer plebiscitarias. 

«Somos un ejemplo de buenas prácticas». Así comenzó su discurso el número uno de Convergencia, presumiendo de la «ejemplaridad» de su Administración y recordando que su Gabinete había creado una «pionera» oficina de supervisión y evaluación de la contratación pública.

Acto seguido, comenzó una cadena de críticas al Gobierno, culpándole de los registros a la sede central de CDC, así como una de sus fundaciones y cuatro ayuntamientos controlados por su formación. Así, argumentó que fue la Guardia Civil quien hizo el registro, y que ésta depende de Interior, «que no pasa por ser un Ministerio que se caracterice por un actuación ejemplar y por las buenas prácticas».

«sin casualidades». Así, Mas subrayó que no cree «en las casualidades», por lo que atribuyó la investigación a una maniobra de los poderes del Estado para atacar a CDC a las puertas de la campaña electoral del 27-S y en el mismo día en que la candidatura soberanista Juntos por el Sí organizaba un gran acto político en Barcelona: «A estas alturas de la película, ya no creo en según qué casualidades. Durante mi trayectoria política he visto cosas de gran impacto que al final acaban en nada. He visto más de una, de dos, de tres, de cuatro y de cinco».

También acusó el político conservador a los poderes del Estado de filtrar a la prensa los registros el día antes de producirse, para crear un gran espectáculo mediático, añadiendo que lo sabe porque, desde alguno de estos medios, se avisó a jefes convergentes de que se iba realizar la operación policial. 

Además, cargó contra los agentes porque estuvieron cinco horas en la sede de CDC «sin hacer nada», y, a su juicio, fue «para alargar el espectáculo mediático» tanto como fuera posible, ya que a las puertas del inmueble había muchas cámaras de televisión.

A renglón seguido, defendió que las aportaciones a la fundación CatDem de Teyco -la empresa investigada- fueron legales, y que, tanto en 2009 -año que se investiga- como en el resto de ejercicios, estas aportaciones nada tuvieron que ver con «el 3 por ciento», sino que fueron inferiores, por lo que ese porcentaje «no cuadra con ninguna cifra».

La oposición, a excepción de su fiel socio, ERC, no quedó satisfecha con sus explicaciones, por lo que se sucedieron los ataques contra CDC y su líder, que intentó recuperar el aroma a mitin que había pretendido, por lo que reclamó respeto por la candidatura Juntos por el Sí, que refuerza, a su juicio, el carácter plebiscitario de las elecciones regionales.

Desde el Gobierno, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, reclamó a Mas que no busque «culpables fuera», y que, por una vez, se haga «directamente responsable» de casos de corrupción que afectan a su formación. Ya en Génova, se le pidieron pruebas de que Interior filtró los registros.