No fue fácil en Fadura. El hecho de que estuviese en juego agarrarse como fuera a la permanencia en la División de Honor motivó a un Getxo que resistió 20 minutos sin encajar puntos y que no perdió la fe hasta la última media hora del encuentro, cuando el VRAC Quesos Entrepinares alcanzó una ventaja de 17 puntos que terminó por tumbar las esperanzas vizcaínas. Antes pasaron unas cuantas cosas, pero si algo quedó claro en los primeros compases es que nadie le iba a regalar nada al equipo de Diego Merino. La victoria había que pelearla y lucharla, como tocará hacerlo en las dos jornadas restantes. Finalizar la fase regular como primer clasificado no tiene un reconocimiento tangible, pero exige sacrificios hasta el último minuto del último partido. Y en esas está el conjunto vallisoletano, que sigue líder.