Un kilómetro fue suficiente para que en la madrugada del pasado sábado la Policía Municipal procediese a la detención de un conductor ebrio. El suceso empezó en la calle Doctrinos de la capital vallisoletana donde una patrulla policial se encontró con una situación sorprendente: un hombre de 43 años discurría a toda velocidad en dirección Huerta del Rey pero, tras percatarse de la presencia policial, llegó incluso a alcanzar una mayor velocidad. Así, el conductor que además carecía de carné de conducir, recorrió de manera temeraria, según fuentes policiales, el trayecto del Puente de Isabel la Católica y la avenida de Salamanca en la confluencia con la avenida de Salamanca. En total mil metros de distancia en donde además de ir a alta velocidad, también fue invadiendo el sentido contrario e iba haciendo continuamente zigzag entre los vehículos de la vía.

El incidente sucedió el pasado sábado, a las 2.50 horas, según el atestado policial, cuando los agentes se encontraron con este conductor que mostró desde el principio «claros» síntomas de embriaguez. El hombre, vecino de un municipio leonés, llevaba un Skoda Octavia, con matrícula de la serie DGL, y desde el primer momento mostró síntomas de embriaguez.

Una vez dado el alto, paró y mostró «mucha incoherencia» en el habla, deambulaba al salir del coche e increpaba a los agentes: dio 0,97 miligramos de alcohol por litro de aire expirado en la prueba de alcoholemia y fue detenido por un delito contra la seguridad del tráfico. En el fin de semana, en total, se dieron siete controles positivos de alcohol (dos preventivos, dos accidentes con daños y tres por infracción).