El Ayuntamiento activa un plan para relanzar el Patio Herreriano

M. Rodríguez
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El Ayuntamiento quiere dinamizar este museo y apuesta por un convenio con el de Escultura para aprovechar su tirón

Quince años después de su inauguración el futuro del Museo Patio Herreriano de Valladolid y la Colección Arte Contemporáneo es incierto. Los ajustes presupuestarios derivados de la crisis, la escasez de visitantes y los nuevos planteamientos del equipo de Gobierno municipal son ahora mismo los argumentos del guion para un debate abierto que debe definir el modelo de gestión de un espacio de referencia en la ciudad.

A esto se suma que el Ayuntamiento y la Colección Arte Contemporáneo renegociarán en junio el acuerdo de cesión firmado en 2000 por el que se presta un millar de obras, que resumen la historia del arte contemporáneo español desde 1918 hasta la actualidad, después de que se haya denunciado el actual convenio, algo que también ocurrió en 2006 y 2011. Esta cita se considera muy importante desde la Concejalía de Cultura porque servirá para conocer «qué intenciones tienen los responsables de la colección y si se podrá mantener la excelencia que aporta ahora mismo al museo el grueso de la colección», explica Ana Redondo, edil de Cultura. Además, este parece que será el momento en el que se plantee un nuevo modelo museístico, más «implicado» con y en la ciudad y vinculado al resto de museos.

La primera duda, la de la continuidad de la colección, la despeja la directora del Museo Patio Herreriano, Cristina Fontaneda, que reitera que la identidad del museo está en su propio nombre y en la colección de arte contemporáneo. «Están encantados de estar aquí y su presencia está garantizada», explica en relación a la denuncia del acuerdo. La directora argumenta que la cesión de la colección se renueva de forma periódica, cada cinco años, sin ninguna contraprestación económica, y que no «hay ningún problema para que no vuelva a renovarse». Unas buenas palabras que no aclaran todas las incertidumbres que existen en el Ayuntamiento, desde donde se recuerda la «situación difícil» de alguna de las empresas que tienen parte de la colección y que pueden plantearse utilizar este patrimonio para generar recursos económicos.

Presupuesto. Precisamente, el económico es uno de los grandes problemas del Patio Herreriano. En los últimos años su presupuesto se ha ido reduciendo paulatinamente, con los consiguientes reajustes en su organización, funcionamiento y programación. La dotación de 2015 fue de 1,3 millones, de los que 1,01 millones procedían de las arcas municipales, 35.000 euros del Ministerio de Cultura y 15.716 euros de la asociación Amigos del Museo. Unas cantidades que todas las partes reconocen escasas. Además, el centro ha cerrado cuatro de los últimos siete ejercicios en número rojos, incluido el año pasado.

«Somos un centro de referencia pero hay una limitación por el techo presupuestario y por la falta de una estrategia de planificación», advierte Cristina Fontaneda. Un guante que se recoge desde el Ayuntamiento, que lleva meses diseñando un nuevo modelo de gestión para este contenedor cultural. «No creo que sea una cuestión de mantenimiento sino de promoción del espacio, que no es suficientemente conocido, ni valorado, ni visitado», afirma Ana Redondo. La concejala quiere que este sea un museo «sentido por la ciudad» y para ello se plantea la opción de «liberar» espacios para que se puedan «abrir» a los pintores locales y que tengan la posibilidad de exponer allí temporalmente. «Se trata de dar pluralismo y propiciar la presencia de otras propuestas y otro tipo de exposiciones en sus salas», explica.

Una propuesta que, asegura la directora del museo, se viene aplicando en estos 15 años. «Hay multitud de ejemplos de exposiciones de artistas de Valladolid», replica y tira de memoria para citar la muestra de Eduardo Marcos, Nacho Carretero, Ángeles Santos,... También recuerda que la «mayoría» de las propuestas tienen conexión con la ciudad y enumera la que se realizó de Paco Pino o la actual de José Guerrero, además de la del Grupo Simancas.

«Nunca se ha desatendido a los artistas de la ciudad», replica Fontaneda, que asegura que el Patio Herreriano se ha convertido en «un centro de referencia dentro del movimiento creativo y que está tejiendo una red de arte contemporáneo en la ciudad». Estos argumentos sirven a la directora para defender que «el futuro del museo tiene que ser el mismo» y no cambiar el modelo actual.

Convenio. Un planteamiento que difiere del que se baraja en Cultura, que no oculta su interés por dar un giro al modelo desarrollado hasta ahora. Así, su gran apuesta es la de la promoción del espacio, que se pretende se base en «un diálogo» con el Museo de Escultura. Ana Redondo ya se ha reunido con la directora del museo nacional, María Bolaños, y está «valorando» la firma de un convenio para «dinamizar» los museos, pero teniendo como bandera el del Colegio de San Gregorio. «Se trata de realizar una promoción conjunta para arrastrar visitantes», apunta.

Una hipótesis que se apoya desde Valladolid Toma la Palabra (VTLP), socio del PSOE en el Gobierno, que recuerda su apuesta en el programa por «potenciar la coordinación institucional entre el Herreriano y los demás museos». «Se puede organizar un grupo de trabajo liderado por el Ayuntamiento para la difusión y la promoción conjunta dentro y fuera de la ciudad. Hay precedentes en actuaciones conjuntas de éxito, como la Noche de los Museos», explica el concejal Manuel Saravia. Desde VTLP se defiende un modelo que pase por «organizarse de manera que sirva para fomentar la creatividad», sin olvidar que es un Museo de Arte Contemporáneo y su colección permanente es muy «valiosa». Por eso, Saravia reitera que el primer objetivo es el de «saber conectar con la sociedad, pues esa es la única manera de cumplir con su misión. Lo cual tiene un límite». El concejal recurre a la tesis de Ana Martínez de Aguilar, directora del Esteban Vicente, de que nunca debe «parecerse a un parque temático», pero recuerda que es necesario favorecer el acceso al «público, a quienes, pese a financiarlo con sus impuestos, no se han acercado aún a este museo porque no lo consideran propio».

Parecido diagnóstico se hace de el grupo municipal de Sí Se Puede (Síva), cuyo apoyo es fundamental para sacar adelante las propuestas del equipo de Gobierno. «Estamos en un momento de cambio marcado por una serie de circunstancias que obligan al Ayuntamiento a reflexionar sobre el papel del museo y sobre su futuro. A la limitación de recursos, la escasez de visitantes y de patrocinios, se une ahora la denuncia del convenio por parte de la Colección que obligará a trabajar en un nuevo marco de relación entre ambas organizaciones», explica la edil Gloria Reguero.

Este grupo reconoce que el museo tiene recursos limitados, pero defiende que eso «exige un esfuerzo por conseguir otras fuentes de financiación pero, sobre todo, exige un esfuerzo de gestión y planificación» y advierte de que el «edificio está infrautilizado». Reguero considera que «las bajas cifras de visitantes ponen de manifiesto una doble necesidad, la de asegurar la vinculación del museo con la ciudad y la de realizar labores de promoción que atraigan al público de otros lugares».

Subsede del Reina Sofía. Otro planteamiento de la Concejalía del Cultura para definir el futuro del Patio Herreriano pasa por convertirlo en subsede del Museo Reina Sofía. Ana Redondo mantuvo en Arco un encuentro con el gerente de la pinacoteca nacional y le invitó a conocer las instalaciones de Valladolid para así poder abordar esta propuesta. Una idea que desde la Dirección del Herreriano no se valora, aunque se recuerda que «se lleva años trabajando con ellos y se colabora con préstamos de obras en los dos sentidos», explica Fontaneda. Este planteamiento no cuenta todavía con el apoyo de VTLP y Síva. «Creemos que habría que estudiar con cuidado porque de momento no está nada claro», matiza Reguero.