Los cines vallisoletanos pierden más de 100.000 espectadores tras la recuperación de afluencia de 2012

M.R.I.
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El año pasado acudieron a los nueve centros de la provincia, con 63 pantallas, un 10% menos de clientes · Se cerraron dos salas de exhibición y bajó casi un millón de euros la recaudación

Los cines vallisoletanos pierden más de 100.000 espectadores tras la recuperación de afluencia de 2012

El número de espectadores en las salas de cine de Valladolid bajó un 10 por ciento el año pasado al pasar de 1.059.744 en 2012 a los 955.461 contabilizados en 2013. Este descenso de más de 100.000 personas también conllevó que los propietarios de las nueve salas de exhibición sólo ingresaran 5,7 millones de euros frente a los 6,4 que sumaron en el periodo anterior, según los datos del Ministerio de Educación y Cultura.


Estas malas cifras no han sido exclusivas de la provincia vallisoletana, donde por primera vez en muchos años no se superó la cifra psicológica del millón de espectadores y se bajó de los seis millones de recaudación, que se mantiene en el puesto 22 del ranking de recaudación nacional. 2013 ha sido uno de los peores periodos de la historia del cine español, ya que a nivel nacional se perdieron 17 millones de clientes. ¿Por qué?  Los aficionados vieron como sus bolsillos se resentían especialmente por la aplicación de la subida del IVA del 8 por ciento al 21 por ciento, lo que provocó que el precio medio de la entrada en cualquiera de las salas subiera hasta los 6 euros, mientras que el gasto medio anual por habitante en Valladolid se situó en 10,6 euros. Esto supone que en la provincia la media de asistencia es de una o dos veces al año, coincidiendo la mayoría con los momentos vacacionales, que también coinciden con un mayor número de estrenos, que se concentran en el mes de diciembre.


Además, en la provincia hay dos pantallas menos que en 2012, cuando se registró un cambio de tendencia después de siete años de bajada y se computó un aumento del 2,8 por ciento en el número de espectadores, además de la apertura de un nuevo cine con diez salas en el centro comercial Río Shopping. Aunque el año pasado se programaron casi 5.000 sesiones más, con una recaudación media por pantalla de 89.000 euros y de 79,2 euros por sesión. Un situación radicalmente distinta a la de hace una década. En 2004 se contabilizaron 73 salas, ahora hay diez menos, y más de 1,8 millones de espectadores, casi el doble que el año pasado.


Desde entonces, con la excepción de 2012, la afluencia a los cines no ha dejado de bajar. Y eso que Valladolid es una ciudad muy vinculada al séptimo arte, al margen de albergar uno de los mejores festivales de cine a nivel internacional como es la Seminci, y que hasta hace pocos años presumía de una nutrida oferta de salas. Pero la crisis se está llevando por delante muchos de esos locales emblemáticos, la mayoría en el centro de la capital. Una lista en la que destaca el cierre de los cines Roxys, en enero de este año; los cines Mantería, cerrados hace ya más de dos años o los situados en el centro de ocio Parquesol Plaza, que cerraron en 2009, pero que han vuelto a reabrir dos salas este mismo mes de la mano de los propietarios del cine Avenida de Pedrajas de San Esteban. Precisamente estas salas apostaran por rebajar el precio de las entradas hasta los cinco euros y cuatro el día del espectador para conseguir atraer más público.

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Los cines vallisoletanos han perdido más de 100.000 espectadores durante el año pasado.
Los cines vallisoletanos han perdido más de 100.000 espectadores durante el año pasado.


La cartelera también es fundamental para llevar a los ciudadanos a las salas, y 2013 no fue un año especialmente bueno en lo que se refiere a estrenos nacionales. Así, en la lista de 25 largometrajes con más recaudación sólo figuran dos películas españolas: Fast & Furious 6, que consiguió recaudar más de 9,4 millones de euros, y Mama, que ingresó 7,8 millones. Las más vistas fueron  ‘Los Croods’ y ‘Gru2, mi villano favorito’, ambas dirigidas al público infantil y con una recaudación superior a los 13 millones, pero lejos de los 20 millones que superaron cinco en 2012.