El tren perfecto

Luis Amo
-

Los trenes lanzadera de alta velocidad suman 2,5 millones de kilómetros tras año y medio de su puesta en marcha entre Valladolid y Madrid con más de 2 millones de viajeros

Dos operarios en pleno proceso de mantenimiento de un tren Avant, conocido como lanzadera, en los talleres de mantenimiento de Fuencarral (Madrid). - Foto: El Día

Las lanceras son unos trenes en exclusiva. Por la tecnología e ingeniería íntegramente española. Porque sólo circula en la línea vallisoletana y sus resultados son importados por su fabricante para compañías de otros puntos del planeta. Porque la seguridad además del mantenimiento son las máximas antes de su puesta diaria en servicio. Porque es el vehículo de alta velocidad más económico para el ciudadano. Y porque la crisis es únicamente parte de las conversaciones de sus usuarios, dado que ni el fabricante ni la compañía pública de ferrocarriles escatiman dinero para que realice todos sus trayectos con las máximas garantías.


Las lanzaderas de alta velocidad, que circulan con el nombre comercial Avant, y cuya autoría en cuanto a ingeniería y tecnología corresponde a Alstom España, cumplen ahora dos millones y medio de kilómetros recorridos en la conexión ferroviaria de Valladolid-Campo Grande con Segovia-Guiomar y Madrid-Chamartín. Se trata de unos trenes fabricados exclusivamente para Renfe y únicamente para la ruta de Valladolid que, desde su puesta en funcionamiento, hace año y medio, no han contabilizado ninguna incidencia técnica relevante, un éxito que sus progenitores han calificado de «récord mundial». Precisamente, los responsables de la marca mantuvieron ayer un encuentro con periodistas vallisoletanos para hacer públicos los resultados de las lanzaderas modelo S-114 ante los buenos números técnicos obtenidos y los buenos datos de viajeros que ha registrado Renfe desde su puesta en marcha.


Alstom y Renfe ahondaron en la seguridad de estos vehículos que alcanzan velocidades máximas de 250 kilómetros por hora a lo largo de los 179 kilómetros lineales de la línea entre las capitales madrileña y vallisoletana. Las compañías abrieron ayer las puertas de su Centro Base de Mantenimiento de Fuencarral para mostrar la complejidad de los trabajos de inspección que una vez a la semana se ejecutan de manera minuciosa en las instalaciones de Madrid, si bien los trece convoyes existentes en la línea también pasan otro control diariamente, además de la correspondiente limpieza después de cada trayecto y las preceptivas inspecciones cada cierto número de kilómetros. Con estas cifras, la vida útil de estos trenes cuyo precio unitario asciende a 15 millones de euros podría alcanzar los 30 años.

Detalle del morro de las lanzaderas, una tecnología e ingeniería de Alstom.Detalle del morro de las lanzaderas, una tecnología e ingeniería de Alstom. - Foto: El Dïa


Esta perfección técnica va de la mano de los buenos resultados que Renfe Operadora está obteniendo en la línea vallisoletana. Así, en lo que respecta a este modelo Avant de Alstom, han sido utilizados por más de dos millones de pasajeros con una puntualidad de casi el 97 por ciento, lo que conlleva que este vehículo lidera el ranking de su segmento del transporte.Esta circunstancia, de la misma manera, ha motivado un crecimiento en cuanto a número de usuarios de la línea del TAVentre Valladolid y Madrid hasta el punto de que casi la mitad de clientes viaja con los bonos para conseguir tarifas más económicas y mayoritariamente entre semana, es decir, cliente de negocios.

Primavera 2013: Chamartín-Atocha

Primavera de 2013. Esta es la previsión del Gobierno de España para estrenar el nuevo túnel subterráneo que cruzará la capital del país de norte a sur y que conectará las estaciones madrileñas de Chamartín y Atocha, es decir, se abrirá la conexión para los servicios de Tren de Alta Velocidad (TAV) que llegan a Madrid desde la Cornisa Cantábrica a través de la conexión vallisoletana para enlazar con los itinerarios con dirección a la costa mediterránea y sur peninsular.

Esta infraestructura, cuyos trabajos se han prolongado durante más de dos años en una tarea de ingeniería especialmente compleja, supondrá un espaldarazo para la línea vallisoletana de alta velocidad, que podría ver prolongados sus servicios hacia otros puntos del territorio nacional sin la necesidad de hacer transbordo de trenes. Esto, además, junto con la apertura del nuevo complejo ferroviario de San Isidro en Valladolid, conllevará a buen seguro una reestructuración interna de la compañía Renfe con, por ejemplo, las tareas de mantenimiento de la alta velocidad (AVE, Alvia o Avant).