CCOO pide planes "proactivos" para la automoción

D.V.
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Considera que la solución no son ayudas a la compra de vehículos sino con "prudencia" y planes sin anuncios que generan "incertidumbre"

Rueda de prensa de Unai Sordo y Agustín Martín, de CCOO. - Foto: D.V.

Comisiones Obreras (CCOO) ha pedido al Gobierno planes "proactivos" para adaptar industrias como la automoción a la transición energética y la transformación de los sistemas de movilidad y tener "cuidado" con anuncios que generan incertidumbre como el del fin de los vehículos gasolina y diésel en 2040. Así lo han señalado el secretario general de CCOO, Unai Sordo, y el secretario general de la Federación de Industrias del sindicato, Agustín Martín, en el marco de una rueda de prensa celebrada en Valladolid para presentar la candidatura de Comisiones en las elecciones sindicales de Renault.

En este contexto, Unai Sordo ha explicado que el sindicato es "consciente" de que se va a producir una transformación en los sistemas de movilidad, en los combustibles y en las formas de movilidad de los automóviles del futuro y "toda transformación acarrea cambios", pero a la vez ha recordado que ya han dicho al gobierno "más de una vez" que "cuidado" con anuncios que sitúen fechas "cuando lo que toca son actuaciones proactivas por parte del Gobierno para ir acomodando industria a esos cambios".

Sordo ha destacado la importancia de tener esta precaución porque cualquier anuncio, en referencia al fin de los vehículos gasolina y diésel en 2040, fecha para la que "tiene que llover bastante", tiene efectos en el consumo, que se puede retraer, por lo que ha abogado por "medir bien" los mensajes que se dan.

El líder de Comisiones ha aclarado que se sabe hacia dónde va el país y la movilidad de Europa, pero considera necesarias políticas "proactivas, de anticiparse a los cambios" y hacer las inversiones "oportunas" desde el sector público y privado para hacer frente a los mismos. Por su parte, Agustín Martín ha advertido de que la solución no es un plan de ayudas a la compra de un vehículo, sino hacer las cosas "con la prudencia necesaria de los ámbitos políticos para garantizar una transición justa".

Martín ha criticado el anuncio del fin de los vehículos diésel en 2040, lo que a su juicio "no arregla nada" y genera una incertidumbre, no sólo cuando se hizo, sino en general entre los consumidores españoles que piensan en cambiar de vehículo.

EFECTO CONTRARIO

Así, considera que el anuncio y la incertidumbre supone una mayor obsolescencia del parque de automóviles y por lo tanto se genera el efecto contrario a la reducción de emisiones, cuando ésta se habría producido si hubiera habido una política "proactiva" de ir en una transición normalizada hacia nuevos modelos de motorización con bastante menos emisiones si el objetivo es la descarbonización. Frente a ello, lo que ha ocurrido es que la gente ha retraído las compras porque no sabe a qué tecnología mirar para comprar un coche nuevo y por ello el mercaod ha bajado.

"Esto no se arregla con ayudas concretas, sino con un plan específico de transformación del sector", ha señalado el responsable de Industria, quien considera que en ese plan deberían participar los ayuntamientos, las comunidades autónomas, el Gobierno y las empresas con el fin de adecuar las normativas y las regulaciones de movilidad en el marco de las ciudades, pero también adecuar la necesidad de renovación del parque, ya el de España es uno de los más obsoletos de Europa.

Así, ha añadido que en una primera fase se trataría de renovar ese parque con las tecnologías "muy avanzadas" que hay en reducción de emisiones en los nuevos modelos y, "a partir de ahí", afrontar el cambio tecnológico que a su juicio "todavía no está suficientemente definido".

En esta línea, ha recordado la exigencia de Comisiones de que el Gobierno tenga "neutralidad tecnológica" porque puede haber diferentes ámbitos de desarrollos de investigación por parte de diferentes fabricantes sobre combustibles alternativos que puedan jugar un papel en el futuro, que no tiene claro que sea "al cien por cien" eléctrico porque puede haber otras fórmulas respetuosas con el medio ambiente.

Martín ha advertido de que España parte de una situación de "desventaja" y, además de que los centros de decisión estratégica de las empresas que fabrican en el país están fuera, se ha "perdido" el tren de la investigación y desarrollo de la fabricación de baterías y no hay capacidad tecnológica para llegar a la que se desarrolla en China o en el sudeste asiático.

Por ello, ha insistido en la necesidad de un "plan de alerta" que de alguna manera detecte dónde se pueden tener problemas, que cree que fundamentalmente puede ser en el sector de componentes y no tanto en el de constructores, porque se montarán otros modelos. En concreto, ha apuntado que en el caso, por ejemplo, de los coches eléctricos, no hay cajas de cambios ni motor.

Así, ha añadido que tener en cuenta todo esto como eje central para la negociación de planes industriales como el de Renault y tratarán de garantizar que se pone en línea al Gobierno, a las administraciones locales y autonómicas y la exigencia a grandes marcas y grupos, que son los que toman decisiones estratégicas, para mantener la producción en España y las cuotas de empleo en el sector del automóvil.

"Es el mayor riesgo que sólo se puede neutralizar a través de una estructura sindical que desde el centro de trabajo hasta su capacidad de influencia en marco estatal o europeo pueda disputar este espacio estratégico de cara al futuro próximo", ha señalado.