Asimilada la estupefacción que generó el frustrado fichaje de David de Gea por el Real Madrid, tanto el arquero español como Keylor Navas deben hacer frente ahora a un año lleno de incógnitas.

Ya se sabe que el ex del Atlético tendrá que seguir en el Manchester United toda la temporada, a pesar de que su voluntad era la de aterriza en la ‘casa blanca’, y que el costarricense defenderá la portería de un conjunto ‘merengue’ que quiso traspasarle al club inglés a cambio del internacional español.

Mientras el guardameta madrileño encontró consuelo en sus compañeros de la selección, donde se encuentra concentrado desde el pasado martes, Navas pidió permiso al técnico de los ‘ticos’ para no viajar con su combinado, a pesar de estar convocado, y prefirió quedarse en la capital de España entrenándose en las instalaciones de la escuadra blanca. Utilizó el trabajo intensivo como terapia de choque.

Sin embargo, cuando las competiciones internacionales den paso a la normalidad de los campeonatos regulares, la situación no será sencilla para ninguno de los dos jugadores. Al menos en las semanas iniciales.

De Gea regresará la próxima semana a Manchester en mitad de un clima hostil y después de un mes apartado del equipo por decisión del técnico holandés Louis van Gaal, quien apreció «falta de concentración» en el jugador, que, en esas fechas, aún no sabía dónde iba a jugar la próxima temporada, pues el Madrid le aseguró, según los medios, que defendería la portería del equipo de Rafa Benítez.

«¿Cómo puedes perder la concentración? A él le está pagando este club, que es una entidad brillante. El Manchester United pagó un montón de dinero para darle esta oportunidad», comentó el exfutbolista Paul Scholes.

El que fuera cancerbero ‘colchonero’ regresará a un equipo situado ya a cinco puntos del Manchester City, líder de la Premier League, y con los medios llenos de críticas al actual ocupante de la portería de los ‘red devils’, el argentino Sergio Romero.

El jugador español tiene contrato hasta 2016 y quedaría libre a final de temporada si el Manchester United no lo impide intentando renovar su contrato. De hecho, según aseguró ayer el diario As, el club inglés «propondrá a De Gea ampliar su vínculo». Y parece que el arquero se estaría planteando dar el ‘sí’ a la ampliación de contrato, tras el mal sabor de boca que le ha dejado la operación fallida para aterrizar en Concha Espina.

Por otra parte, el guardameta madrileño parece obligado a una ‘recuperación’ inmediata porque necesita jugar para estar en la próxima Eurocopa con la selección española. Por ello, surge la duda de que ocurriría si renunciara a una hipotética renovación con el Manchester: ¿Contaría para Van Gaal como titular?

Por otra parte: de recuperar su puesto en la portería de los ‘red devils’, ¿encontrará comprensión en hinchada y entrenador cuando tenga algún partido desafortunado? Y quedaría una última incógnita: ¿Insistirá en fichar por el Real Madrid a final de temporada?

Coreado por la afición. Mientras, a 2.000 kilómetros de Manchester, Navas ocupará el puesto que anhelaba De Gea. Al menos, al costarricense le aguarda un entorno diferente. El cancerbero vivió el pasado sábado su mejor noche como jugador del Real Madrid al oír cómo su hinchada coreaba su nombre durante el encuentro ante el Betis, finalizado con triunfo blanco por 5-0 y que contó con un penalti parado por el arquero centroamericano. Al día siguiente, las encuestas de los periódicos Marca y As fueron elocuentes: más de un 80 por ciento de los aficionados del conjunto ‘merengue’ querían que Navas fuera el guardameta titular del equipo de Rafa Benítez y rechazaban el fichaje de De Gea al considerarlo innecesario, con el costarricense y Kiko Casilla en el banquillo.

De esta manera, y tras su frustrada salida camino de Manchester, el internacional ‘tico’ parece destinado a tener su primera gran oportunidad de demostrar que es portero con nivel suficiente para defender el arco de un equipo como el Real Madrid, después de una temporada anterior marcada por su suplencia.

De momento, los máximos representantes directivos del club, el presidente, Florentino Pérez, y el director deportivo, José Ángel Sánchez, acudieron ayer a Valdebebas para pedir perdón a Navas e, incluso, para negociar una posible subida de su ficha. Sin embargo, el portero tendrá que seguir conviviendo, al menos por un tiempo, con la sombra de De Gea. La presión es máxima: deberá rendir a altísimo nivel para convencer a sus dirigentes de que tiene aptitudes para ser titular ahora y la próxima temporada.

Es este el insólito escenario que se les presenta a los dos arqueros después de vivir una insólita experiencia, un traspaso doble que no llegó a tiempo.