Mal año para el porcino

Aurelio Martín / Segovia
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La producción supera los 900 millones al año, lo que representa casi la tercera parte de la facturación ganadera de la Comunidad, aunque Castilla y León pierde peso en España y falta industria transformadora

El año que comienza no viene bueno para los productores de porcino en España, donde Castilla y León figura en tercera posición, con 3,6 millones de animales, tras Cataluña y Aragón.  Los ganaderos están vendido los cerdos por debajo de los costes de producción,  han entrado en pérdidas,  debido a un aumento de la oferta, mientras que la demanda permanece estable.
Con problemas resueltos, tanto en el terreno del medio ambiente como en el del  saneamiento animal , según sostiene el director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Anprograpor),  Miguel Ángel Higuera,  en el conjunto de la Comunidad autónoma se produce más que se sacrifica por lo que sigue siendo urgente impulsar la transformación y la comercialización,  para que el valor añadido se quede en casa.
Aún así,  el valor económico del sector porcino en Castilla y León es el más relevante en el conjunto de los sectores ganaderos, alcanzando en 2014, fecha de los últimos datos oficiales, los 906 millones de euros, con un peso del 30% en las cuentas económicas de la producción ganadera, cifradas en 3.064 millones de euros, y del 17% si se compara con la producción final agraria, que se eleva a 5.313 millones de euros.
Higuera tiene un mensaje claro:  «Estamos en uno de los ciclos del porcino de precios negativo,  hay que trabajar fuertemente en eficacia,  para disminuir las pérdidas y bajar los costes de producción,  éste tiene que ser un año en el que el ganadero sabe que le toca aguantar,  sabe que es una época para profesionales,  donde esta tierra es fuerte, con ganaderos recios que conocen su trabajo y el mercado (...)  es uno de esos años en los que van a sacar la cabeza y a dar el do de pecho aquellos ganaderos profesionales que conocen el sector, estamos convencidos de que Castilla y León va a salir para adelante por esta profesionalidad de los ganaderos». 
 
Contexto mundial. En Anprogapor  atribuyen la situación a un fuerte incremento de producciones en todas las comunidades autónomas y al contexto mundial, derivado de los precios bajos del petróleo y de las materias primas,  lo que provoca que la carne tenga poco valor,  vendiendo incluso por debajo de costes. España es el país de la UE que más está creciendo como segundo gran productor detrás de Alemania, con más de 3,5 millones de toneladas de carne, según cifras provisionales del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Esa presión sobre el exceso de ganado, hace que haya muchos animales, lo que presenta un 2016 muy difícil.
El peso económico del sector lo demuestran los últimos datos oficiales, actualizados a 2014, que ponen de relieve que el porcino aporta cerca de 6.000 millones de euros en España, alrededor del 38% de la producción final ganadera, incluidos huevos, leche y otras carnes, situándose como primer sector ganadero, casi duplicando al segundo, puesto compartido por el vacuno y el avícola . Con estadística sin cerrar, la producción de 2015 se acerca a los 27 millones de cerdos, que arrojan unas previsiones de unos 45 millones sacrificados, lo que supone un record histórico en España, ya que en 2014 la cifra se quedó en 43,5 millones .
¿Por qué se ha llegado hasta aquí?. Los expertos lo atribuyen a un desajuste en los ciclos, teniendo en cuenta que, en 2011 y 2012, el sector tuvo que afrontar una conversión estructural para cumplir la normativa de bienestar animal, relacionada con la disponibilidad de espacio para los animales, entre otros aspectos, en vigor desde 2013. Paralelamente, tanto las industrias como el ganadero tuvieron años positivos, con una demanda que motivó el crecimiento en censo, a partir de 2014, continuando en 2015.
Incrementar el número de madres un año se traduce en que los animales estarán para sacrificio al año siguiente o, lo que es lo mismo, si se quiere frenar el incremento, se tardará un año más desde que empieza a reducirse la oferta. 
Higuera mantiene que no se pueden llevar a cabo reajustes en la oferta de animal vivo de manera tan rápida, como podría ser en el mercado. Cada uno lleva un ritmo y, como el animal crece acorde al desarrollo natural biológico, pero los precios cambian de la noche a la mañana, las granjas están actualmente llenas de cerdos. 
 
Baja el censo. No obstante, Castilla y León no ha registrado un aumento similar al de otras comunidades autónomas, como Aragón, con 6,4 millones de cabezas, el 23,97% del total nacional, que se ha convertido en la zona de expansión de los cerdos que se sacrifican en Cataluña, con 7,3 millones, el 27,20%, y más de 18 millones de sacrificios, el 40% del conjunto estatal. 
Uno de los problemas en la Comunidad castellano y leonesa es que solo existe un matadero grande, aunque dentro de los de mayor dimensión de España, pero no como en Cataluña, donde se contabilizan cerca de la veintena. Esto provoca que la parte estructural de la producción en Castilla y León esté estancada a la espera de poder comercializar en otros mercados. Estamos en una Comunidad que exporta cerdos vivos porque la capacidad de sacrificio es inferior a la capacidad de producción. La clave es que las industrias cárnicas aumenten la capacidad de sacrificio, lo que fomentaría el crecimiento del negocio. 
En plena reestructuración de instalaciones, hace tres años, disminuyó el número de granjas en un 40%, reunificando, eliminando viejas construcciones, para sustituirlas por otras más eficientes de mayor tamaño que les pueda hacer competir con otras comunidades autónomas, descendiendo el censo en un 10%. 
Aunque el camino se presenta tortuoso, Miguel Ángel Higuera habla de un plan para reajustar la oferta y mejorar la demanda. En el ámbito interno, a través de la interprofesional del sector se trabaja en promocionar los productos del porcino de cara al consumidor, tanto nacional como de terceros países. En el lado institucional, para abrir nuevos mercados. «Tanto una cosa como la otra se están haciendo muy bien, aumenta el consumo interno de carne fresca y la exporta ción, pero se necesita un tiempo mayor para que se traduzca en un incremento económico», aclara el director de Anprograpor. 
Higuera no oculta su orgullo por el trabajo realizado por los ganaderos, veterinarios y agrupaciones de defensa sanitaria (ADS) en materia de sanidad animal, un pilar básico para el desarrollo de la producción porcina, en su opinión, porque «sin ella no ser puede tener una eficiencia de producción, los animales enfermos no producen, eso es anti-granja, es el primer factor del ganadero cuidar por la sanidad de los animales».
«Ahora somos libres de todo», explica, «lo que nos da tranquilidad y nos pone el listón muy alto, porque hay que mantener la situación, no se puede bajar la guardia; desde Anprograpor consideramos que es un factor clave el trabajo que desarrollan las ADS, para presionar y saber que la sanidad es un pilar que no se puede menospreciar a la hora de trabajar en las granjas».
 
Medio ambiente. También se ha mejorado en cuanto a la eliminación de residuos (purines), que ha ocasionado graves problemas para el medio ambiente, llegando a contaminar aguas subterráneas. Según Higuera, Castilla y León tiene una de las ventajas competitivas más importantes respecto a otras comunidades donde hay mucha producción pero la capacidad de suelo agrario es inferior, como Cataluña, de alta concentración ganadera, pero con escasa disposición de suelos agrarios para fertilizarlos.
Al ser una tierra de secano con alta producción de cereales, que necesitan nitrógeno para poder crecer, o recurre a abonos inorgánicos o a los orgánicos, como los purines. Para los productores, es una ventaja absoluta que el agricultor disponga de una fuente de nitrógeno renovable, que es el purín de porcino, aunque lo que se necesita es organizarlo, para que todas aquellas parcelas que están siendo abonados con fertilización orgánica reciban l cantidad adecuada de purín, para que las plantas crezcan -lo que está perfectamente y matemáticamente calculado, para saber la cantidad que hay que suministrar por hectárea-, para tener buenos resultados. Esa simbiosis entre el ganadero de porcino y el agricultor es uno de los valores añadidos que tiene Castilla y León. 
Higuera advierte: «No podemos controlar el cien por cien de los agricultores y ganaderos, quien se salte la ley tiene que ser denunciado, nosotros defenderemos al que lo hace bien, somos el primer sector de España, el que más se visualiza, el que más produce, no podemos hacer las cosas mal, hay vigilancia del Seprona de la Guardia Civil, el ganadero de porcino no se puede permitir el lujo de hacer las cosas mal y quien las haga, que las pague; no tenemos otra posición, hay que hacerlo bien, no ya solo por el medio ambiente sino por la imagen que damos de sector profesional».