El escritor y periodista catalán Francisco González Ledesma, uno de los referentes de la novela negra de corte social en España, murió en la madrugada de ayer, a los 87 años.

«Tristes por la muerte de Francisco González Ledesma, uno de los precursores del género negro en nuestro país», confirmó en Twitter el grupo Planeta, con quienes Ledesma publicó numerosas novelas, entre otras, la ganadora del premio de la editorial Crónica sentimental en rojo. El escritor había sufrido un ictus en 2001 y desde entonces sus apariciones públicas habían sido muy limitadas.

Novelista precoz, González Ledesma comenzó escribiendo guiones de historietas para la editorial Bruguera y, bajo el pseudónimo de Silver Kane, novelas del Oeste con las que se costeaba la carrera de Derecho. Con 21 años se alzó con el Premio Internacional de Novela del editor José Janés por Sombras viejas, que sin embargo no pudo ser publicada debido a la censura franquista.

También sufrió la reprobación su segunda novela, Los Napoleones, y ambas no pudieron ver la luz hasta después de la muerte del dictador, durante la transición política. Después, empezó a trabajar en la editorial Bruguera como escritor de guiones para la revista Pulgarcito

La pluma de Silver Kane alumbraba de tres a cinco novelas al mes en una carrera literaria a la sombra que produjo más de 600 novelas del Oeste y policíacas. Silver Kane no fue su único seudónimo, pues también recurrió al de Enrique Moriel, extraído de uno de los personajes de sus primeras novelas, o Rosa Alcázar, con el que escribió literatura romántica.

El humor ácido, las frases cortas, los diálogos y las descripciones de ciudades y paisajes eran algunas de las constantes de las obras de González Ledesma.

Como periodista trabajó en El Correo Catalán, fue redactor jefe de La Vanguardia y presidente del Tribunal de Ética Periodística de Cataluña, y en esta faceta obtuvo el premio de periodismo El Ciervo y el galardón Ciudad de Barcelona de cine.

La saga del comisario.

Sus novelas más recordadas son las pertenecientes a la serie del comisario Méndez, que arrancó en 1983 con Expediente Barcelona y culminó hace dos años con Peores maneras de morir.

En 2007, Ledesma anunció que a su personaje Méndez «le queda una aventura más» y precisó que tenía «una idea en la cabeza y, si tengo salud y suerte, porque ganas me sobran, la desarrollaré». En el 2013, aún publicó la última entrega de su inspector, ya envejecido y paseando por una ciudad que casi no reconoce.

El año pasado, salió a la venta su última creación, El adoquín azul, una novela corta en la que relata el caso de una víctima de la brigada político-social del franquismo. Admirado por escritores, editores y libreros, González Ledesma ganó la primera edición del Premio Pepe Carvalho en 2007, que le concedió el BCNegra en reconocimiento a su trayectoria en este género.