El desabastecimiento en EEUU por la gripe aviar permite a granjas de la Comunidad exportar sus huevos

P. Velasco / Valladolid
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Al menos ocho empresas de Castilla y León, la segunda región con mayor producción de España, ya tienen cerrados contratos para llevar sus productos al mercado americano

El sacrificio de 35 millones de gallina ponedoras en Estados Unidos debido a la gripe aviar ha beneficiado al mercado español, que se ha convertido en uno de los siete países de todo el mundo autorizados por los americanos para exportar sus huevos. Una situación de la que al menos se van a aprovechar ocho empresas de Castilla y León, la segunda Comunidad con mayor producción de España por detrás de Castilla-La Mancha, que ya tienen cerrados contratos en el mercado americano para llevar sus productos hasta 2016.
La influenza aviar de alta patogenicidad ha obligado a sacrificar en EEUU, desde diciembre de 2014, el diez por ciento de sus gallinas, según el Departamento de Agricultura (USDA), lo que ha generado una situación de desabastecimiento con precios récord del huevo en el mercado de hasta 1,80 dólares por docena en el último trimestre del año. Se estima que la producción de huevos tras la gripe aviar recuperará sus niveles normales en un plazo aproximado de un año.
Esta situación llevó a las autoridades americanas a negociar con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), productores y compradores españoles un certificado sanitario que debe acompañar a los huevos y gracias al que desde hace aproximadamente un mes ya salen contenedores con productos españoles de los puertos de Valencia y Barcelona con destino Norteamérica.
Desde Inprovo, la organización interprofesional del huevo y sus productos de España, señalaron que la estimación de cantidades que está previsto exportar se sitúa en torno a un millón de docenas a la semana, lo que equivale a un cinco por ciento de la producción nacional. Si se tiene en cuenta que el autoabastecimiento de España alcanza el 23 por ciento, las exportaciones a Estados Unidos supondrían un 20 por ciento aproximadamente de las exportaciones españolas de huevos, según las mismas fuentes.
El presidente de la Asociación de Avicultores de Castilla y León, Agustín de Prada, destacó que acuerdos como el alcanzado con Estados Unidos son posibles gracias a la buena calidad del producto español y las estrictas normas de seguridad alimentaria que se siguen. Además, también supondrá un balón de oxígeno para los productores tras las inversiones que tuvieron que realizar en el año 2012 para aplicar la normativa de bienestar, así como por la disminución del consumo en España.
 
Plataforma. Castilla y León, además de ser la segunda productora del país, cuenta con Proegg, una plataforma de exportación de huevos con sede en Valladolid y que aúna a 35 empresas del sector, la mayoría de ellas de las más grandes, para facilitar la salida de los huevos a otros países. Su director, Rafael Toribio, explicó a este periódico que ahora mismo se encuentran inmersos en conocer cómo han llegado los primeros contenedores con productos españoles al mercado americano, ya que tienen que pasar numerosos controles aduaneros.
«Estados Unidos siempre ha sido un país exportador con costes de producción mucho más bajos que en Europa, por eso esta situación, además de abrir el mercado americano, también permite llegar a otros que se queden desabastecidos», recalcó.
Actualmente, Proegg envía todas las semanas 20 contenedores con huevos con destino a Estados Unidos que parten principalmente desde el puerto de Valencia. Además, la plataforma ha firmado un contrato a un año con los americanos para llevar, si se cumplen las previsiones, unos 1.200 contenedores en total. Esto supondrá la llegada hasta septiembre de 2016 de unas 36 millones de docenas o 432 millones de huevos, según calculó Toribio.
Del total de empresas españolas que se beneficiarán de esta negociación de la plataforma de exportación, ocho son de Castilla y León distribuidas en las provincias de Valladolid (cinco), dos de Segovia y una de Palencia.
Toribio recordó que se trata de un sector muy concentrado alrededor de la provincia de Valladolid en el caso de la región, ya que muchas de las granjas distribuidas por el resto de la geografía regional son de pequeñas dimensiones y tienen su producción ya comprometida con las grandes superficies u otros compradores habituales.