Los cinco integrantes de La Manada fueron puestos en libertad en la tarde de ayer después de abonar la fianza de 6.000 euros para cada uno de ellos decretada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra.  

Los primeros en hacerlo fueron  José Ángel Prenda, Jesús Escudero y Ángel Boza, encarcelados en la prisión de Pamplona, alrededor de las seis de la tarde. Los tres salieron juntos del edificio llevando sus pertenencias, se montaron en sendos coches y en ellos abandonaron la prisión a gran velocidad.

Con apenas una hora de diferencia, los otros dos miembros, el guardia civil, Antonio Manuel Guerrero, y el miembro de la Unidad Militar de Emergencias, Alfonso Jesús Cabezuelo, que cumplían pena en la cárcel militar de Alcalá de Henares,  abandonaron el recinto penitenciario en taxi.