La plaza ayer presentaba otro aspecto distinto al de días anteriores. Era domingo, se celebraba el último festejo de la feria que además era el del toreo a caballo, una especialidad que por estas latitudes cuenta con muchos y buenos partidarios. Además la temperatura ayudó y mucho a los que acudieron a la plaza que registró una entrada cercana a los tres cuartos de su aforo. Si a todo ello añadimos que en el cartel estaban los dos grandes del toreo a caballo acompañados de un nuevo valor portugués se llega a la conclusión del ambiente que presentó el centenario coso del Paseo de Zorrilla.
Por delante abriendo plaza la veteranía y calidad torera de Pablo Hermoso de Mendoza que para empezar toreó de salida al primero de su lote como si lo estuviera haciendo con el capote, recibiendo, recogiendo y centrando la embestida. Clava dos de castigo, el segundo ligeramente trasero. En banderillas vuelve a centrar la embestida sin prisas y dejándose ver. Clava arriba, donde tiene que ser y casi siempre al estribo. Faena donde el rejoneador estuvo por encima del toro. Mató de un certero rejón y un descabello. En su segundo que quiso saltar al callejón y por el sitio de los no bravos Pablo se hizo con su embestida en los medios para clavar dos de castigo. Faena de buen toreo apreciada por el respetable que le obligó a saludar en el tercio.
Triunfo serio e importante de Diego Ventura, otro buen torero a caballo muy querido y apreciado por estas latitudes desde hace bastante tiempo. Tuvo un buen lote y lo supo aprovechar al máximo exprimiendo con su buena forma de torear todas las embestidas. Desde el más que torero saludo a sus dos toros hasta la hora del rejón de muerte, toda su actuación tuvo el contenido y esencia de los grandes acontecimientos. A su primero le recibió garrocha en mano dentro de toriles, lo toreó a placer, clavó siempre con justeza y acierto y lo mató de forma espectacular. Las dos orejas más que merecidas. En su segundo tuvo que conformarse con una solitaria oreja por haber marrado a la primera con el de muerte. Aquí también la faena dejó ese indiscutible saber estar, bien torear y mejor clavar. El público se le volvió a entregar de principio a fin. Clavó banderillas largas y cortas a una y dos manos. Siente como el público se entrega y él lo hace con más fuerza. Otro triunfo importante de Diego Ventura que le vuelve a abrir de par en par las puertas de esta plaza para próximas temporadas.
CORRIDA DE REJONES - Foto: NACHO GALLEGO
El primer toro del portugués Palha de salida saltó con malas intenciones al callejón propinando un tremendo susto a los que por allí se encontraban. Lo quiso hacer en más de una ocasión antes del tercio de banderillas en el que este joven rejoneador se gustó montando bien, toreando con clase y clavando donde hay que hacerlo en terrenos poco fáciles y dejándose ver. Dio la vuelta al ruedo en el primero de su lote al que mató de pinchazo y rejón entero. Cortó la oreja de su segundo que brindó a su maestro y hoy compañero Diego Ventura. Despacio y sin ninguna prisa recibió al toro en los medios donde con clase clavó dos de castigo. Buen tercio de banderillas aplaudido con fuerza por el respetable dominando terrenos y conociendo embestidas. El público aplaudió con ganas las formas de clavar largas y también cortas. Con el de muerte pinchó antes de recetar un rejonazo hasta la bola.
Pinto y final a la feria. Ahora a esperar futuros acontecimientos para que de esta fiesta tan nuestra se siga hablando y escribiendo.