«Los alcaldes recibirán un curso para unas fiestas seguras"

M.R.I
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Entrevista con Helena Caballero, subdelegada del Gobierno en Valladolid.

La nueva subdelegada del Gobierno en Valladolid, Helena Caballero, llegó al cargo hace mes y medio anunciando que potenciaría el Diálogo Social como método de «concertación y trabajo» y que impulsaría un modelo de desarrollo sostenible, que centraba en aspectos medioambientales y con una «visión de conjunto» de las prioridades. Entre ellas no destacaba la seguridad en las fiestas de los pueblos durante el verano o los sucesos, dos de los asuntos complejos con los que ha tenido que lidiar en estas semanas.

 ¿En este tiempo el cargo ha podido comprobar ya si responde a las expectativas con las que llegó? ¿Qué valoración le merece el cargo?

Las expectativas que tenía era más bien de preocupación porque mi experiencia hasta este momento había sido dentro del sector ambiental. Estaba preocupada porque sabía que aquí es un aspecto muy importante la seguridad, la coordinación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. También hay que coordinar muchas áreas integradas, que son tan variopintas como Agricultura, Fomento, Sanidad, Trabajo o Extranjería e impulsar las no integradas, que cuando vi el listado me sorprendió: el Servicio Público de Empleo, la Aemet, la CHD, el aeropuerto, la prisión,... Es muy variado, pero a mí me gusta enterarme de los temas e intentar conocer la parte técnica. Es verdad que es muy intenso y variado, pero es abordable. Luego todo va rodando porque siempre cuentas con funcionarios que estaban y que siguen. También soy funcionaria y entras rápido en ese mecanismo de funcionamiento. Ya puesta sobre el terreno lo he visto mucho más claro.

Quizás por eso cuando llegó al cargo habló de que la política vive nuevos tiempos, con objetivos más globales. ¿En este tiempo ha comprobado que a nivel local ese planteamiento es difuso y las demandas no son globales?

Claro, mi ámbito es el provincial. He llegado en verano, que es cuando la prioridad son las fiestas de los pueblos, con las juntas locales de seguridad que se hacen cuando hay policía local y cuando no son comisiones. También han sido prioridad los sucesos porque no sé si han sido muchos, pero para alguien que viene de fuera parece que nunca pasa nada en Valladolid y cuando estás dentro y te llega la información de todo pues ves que pasan cosas, pocas porque es una ciudad muy segura, pero te sorprende. También me sorprende que rápidamente se resuelven las cosas, algunas en pocas horas como ocurrió en el caso de Castrillo-Tejeriego.

Habla de que la prioridad son las fiestas de los pueblos y precisamente en este ámbito le ha surgido el primer roce con el alcalde de Viana. ¿Qué dispositivo desplegó la subdelegación y qué tendría que haber hecho el Ayuntamiento?

Se ha politizado desde el primer momento este caso. La subdelegación puso el mismo operativo que se puso el año pasado y el anterior por mi predecesor, que era del PP. El operativo en Viana siempre es el máximo respecto al de otros pueblos que tienen fiestas tan relevantes. En otros pueblos los alcaldes tienen muy pensadas las fiestas, a veces tienen las guías de actuación, cuentan con policía local o contratan refuerzos de seguridad privada, y nos piden auxilio de fuerza y la Subdelegación pone la Guardia Civil, ya sea para controles de velocidad, de alcoholemia, para seguridad o de paisano. Este es un operativo muy habitual.

¿Qué sucedió en el caso de Viana?

Este año se hizo lo mismo que años anteriores y consta en acta. Pusimos el máximo operativo de Guardia Civil posible, fuera y dentro de la localidad. Además, la Policía Nacional colaboró desde Valladolid controlando el acceso de los menores a los trenes para que no lleven alcohol. Eso implica otro operativo más, al que hay que sumar que Adif colaboró cambiando el sentido de las vías para minimizar la posibilidad de accidentes, además de ralentizar la velocidad de los trenes que pasan de madrugada para minimizar el riesgo. También contrata vigilancia privada para controlar los accesos a la estación y que no haya incidentes en los vagones. Además, se planteó igual que los años anteriores que había que poner unas vallas en la calle de acceso a la estación para que los menores estuvieran esperando a distancia de la estación y acercarles en el último momento. Se pidió al alcalde que las pusiera el Ayuntamiento y el dijo que las pusiera Adif. La colaboración ha sido mucho allá que con cualquier municipio, el operativo ha sido el mismo que en años anteriores y se reclamó al Ayuntamiento lo mismo que hacían mis predecesores. Consta en acta que pedimos al alcalde que haga las guías de las fiestas, que se siente a pensar de una forma más segura las fiestas porque cuando un alcalde se sienta con profesionales le ayudan a ver que, a lo mejor, haciendo unas discomovidas que terminen antes, intentando que los flujos de personas no se concentren en los mismos sitios, haciendo actividades en las zonas de botellón para que los críos hagan otras cosas,... Hay muchas alternativas cuando se piensan las fiestas de forma segura. Y el éxito que tuvieron mis predecesores es el mismo que he tenido yo, incluso he tenido más en cuanto a seguridad porque afortunadamente no ha habido ningún accidente como en años anteriores cerca de las vías del tren. El único accidente fue una mujer herida porque intervino en una pelea, algo que fue resuelto por la Guardia Civil antes de la ella denunciara. Pero en las medidas que se reclama a alcalde que tome, todos los subdelegados hemos tenido el mismo éxito: ninguno.

¿Qué medidas se pueden tomar para volver a evitar que se repita una situación como esta?

Al ver esta necesidad en algunas localidades, pero muy especialmente en Viana, hemos decidido desde la Escuela de Protección Civil de la Delegación de Gobierno que algunos alcaldes, sobre todo aquellos de municipios de más de 2.000 habitantes y que tienen fiestas muy relevantes, reciban un curso con los mejores especialistas en Protección Civil de la provincia y de la región. Vamos a intentar que todos aquellos municipios que tienen esta misma problemática, aunque la resuelven mejor que Viana que es la única que plantea tantos problemas, para el próximo año tengan planificadas sus fiestas de una forma profesional. Así estará más cerca el objetivo de unas fiestas más seguras para todos. Es una ayuda a los alcaldes, aunque la competencia es de la Junta, que es la que les exige que les presenten estos planes. Es una forma de buscar una salida para algo de lo que la mayoría de los alcaldes se han dado cuenta, aunque algunos como el de Viana no se han dado cuenta de lo que es pensar unas fiestas seguras. Además, le ofrecimos que viniera antes de las fiestas para analizar con el equipo de seguridad la programación y modificarlas.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) asegura que los sucesos de este verano dejan «en evidencia» las condiciones de precariedad en las que trabajan y la «grave situación» en que se encuentra la seguridad ciudadana del medio rural vallisoletano. ¿Qué soluciones plantea?

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han sufrido los mismos recortes que el resto de la Función Pública durante más de una década. Ese déficit se encuentra en todos los servicios básicos. Quizás lo importantes es que para que el ciudadano note menos esa falta se ha optimizado la organización de los recursos y los funcionarios se han echado mucho más trabajo a la espalda para llegar a todas partes y conseguir una rápida resolución de los casos y que no se note que efectivamente falta efectivos. Se estima que hay una pérdida de un 10% de efectivos. En este sentido, el Gobierno lo primero que ha hecho cuando tomó posesión es sacar la mayor oferta de empleo público y en este caso en concreto se ofertan 5.000 plazas en turno libre para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. No sabemos todavía como se va a repartir provincialmente porque es la última fase del concurso-oposición, pero ya es una ayuda.

Unas plazas que ya estaban previstas por el anterior Gobierno.

Son de la oferta pública del 2018.

Pero ya estaban anunciadas por el Gobierno de Rajoy.

No, se anunció hace muy poquito y desde luego habrá habido una ordenación para impulsar y sacar un poco más de lo que se esperaba. De todas formas, esta misma oferta hay que sostenerla el resto de los años porque no se puede hacer un buen servicio si no se intenta ir compensado más allá de las jubilaciones el hueco que se ha creado con la crisis.

Precisamente, el Gobierno ya está preparando los presupuestos del próximo año y la Delegada del Gobierno se ha comprometido a que en 2019 habrá tramos vallisoletanos de la A-11 en obras. Esta es una reclamación histórica. ¿En los próximos presupuestos habrá partida para las obras?

El compromiso es que para el presupuesto de 2019 esos dos tramos, que tienen un coste de 234 millones, estén comprometidos. Esto no quiere decir que esté todo el cubierto todo el coste porque lógicamente estará lo que se pueda gastar el próximo año, pero el hecho de que esté comprometido todo el presupuesto y no solo los 6,1 millones que había para los dos tramos en este 2018 lo que indica es que hay una apuesta firme porque esos dos tramos no solo se liciten sino que se aceleren las obras. Luego hay otras cuestiones por encima de nuestras posibilidades que no se sabe cómo resultarán porque si los presupuestos se bloquean en el Senado o hay que volver a la senda de gasto anterior. No sé lo que ocurrirá si hay bloqueos, pero el compromiso es licitar la obra y que esté todo el presupuesto comprometido.

¿Y la A-60?

En agosto ya se han licitado la redacción del proyecto de los dos tramos que hay hasta Rioseco. No podemos saltar en tres meses de no tener proyecto a ejecutar la obra. Hay que seguir unas fases con unos plazos.

Una infraestructura que tiene proyecto y tiene consignado presupuesto es la nueva oficina de la Seguridad Social en La Rondilla. Una obra que no es del especial agrado de sus compañeros del PSOE en Valladolid. ¿Seguirán con el proyecto adelante y, en ese caso, cuándo empezarán las obras?

El presupuesto de ese proyecto son unos 3 millones de euros. Recientemente, el concejal de Urbanismo firmó los últimos permisos y autorizaciones para poder poner en marcha las obras. Eso sigue adelante con todas sus fases. No solo se hará la obra sino que en el entorno se acondicionará.

En este repaso por las infraestructuras hay un tema crucial, que es el de la integración del ferrocarril. Ya está en marcha el convenio a tres bandas que se firmó para sustituir al proyecto del soterramiento, aunque el alcalde ha vuelto a abrir la puerta a recuperarlo. ¿Qué le parece?

Lo creo acertado. Realmente lo que hizo el alcalde fue, en un principio, intentar que la deuda millonaria que había contraído la Sociedad VAV no hundiera al Ayuntamiento en esa deuda y que se hiciera cargo Adif. Lo consiguió a cambio de permeabilizar la ciudad, que me parece importante. Hay varios tramos en obras, donde es muy importante esa plaza permeabilizada delante de la iglesia de La Pilarica y también el túnel de Andrómeda, cuyas obras empezaron hace un mes y tienen un presupuesto de más de 6 millones de euros. Los ciudadanos pueden ver ya las obras de permeabilidad. Eso es empezar a mejorar su vida ya, no seguir con la quimera otras 20 años. Aunque como no vamos a seguir insistiendo en el soterramiento y ver si conseguimos que haya dinero para recuperarlo en algún momento, pero había que hacer algo ya.

La ministra de Industria, la vallisoletana Reyes Maroto, se ha implicado en la resolución del conflicto de Made. ¿Hay algún avance?

La ministra se comprometió a que las subvenciones a que pudiera haber lugar para que pudiera quedarse ese tipo de empresa en Medina del Campo se pondrían a su disposición. Quizás el compromiso más importante es que la Delegada del Gobiernos se comprometió a que el Fogasa pudiera hacerse cargo de los salarios de los trabajadores, algo que no sé porque se tomó con el anterior Gobierno.

Hablando de la ministra, el cambio de Gobierno ha propiciado una feminización de los cargos de la administración en la provincia. ¿Se traducirá también en algún tipo de políticas concretas de igualdad más visibles?

Una cuestión que me parece básica es que en violencia de género en Valladolid durante el año pasado se llevó a cabo un proyecto piloto, que vamos a intentar seguir y extenderlo a la región. Desde la Delegación y en colaboración con la Consejería de Educación se ha ido desarrollando un proyecto de sensibilización en los colegios con los adolescentes porque se detectó esa necesidad al ver cómo son sus relaciones. Además, el nuevo Gobierno aprobó un nuevo presupuesto para Violencia de Género, y de ese dinero han llegado a región 7,5 millones más para políticas de género. Es una prioridad y seguiremos apostando por la educación y los medios de protección a las mujeres que están en situación de riesgo.

Después de este repaso, ¿considera que tendrá tiempo para hacer notar su gestión en la Subdelegación?

Tengo mucha energía y sino me hubiera quedado tan a gusto trabajando en mi puesto de técnico, que me encantaba y tenía una vida más cómoda. Cuando asumo una responsabilidad como esta o en su momento la CHD, ya sé que voy a echar los restos. En este caso, quiero insistir en que Valladolid es la gran desconocida. Cuando hablan de que hacer con la despoblación, Valladolid está muy cerca de Madrid y tiene otras ventajas, dentro de que es otra provincia que se está despoblando. Hay que mejorar las comunicaciones, también las digitales porque hay grandes zonas de sombras, pero no deja de asombrarme como no hemos echo todavía una apuesta por el turismo de biodiversidad, el de naturaleza. Y cuando lo digo en Valladolid me dicen que no tienen recursos. Hay que recordar que tiene la senda del Duero, las vías pecuarias, grandes recorridos, la reserva de Castronuño, más de 20 zonas ZEPA y LIC, que son zonas red natura protegidas ante la UE, con aves esteparias, humedales,... Tenemos muchos recursos y no se termina de apostar de verdad por esta fuente de ingresos que nos identifica mucho, pero que fuera de aquí es la gran olvidada.

 

 

«Mi prioridad es que salgan adelante las 5 depuradoras  previstas en la provincia»

Ha realizado alguna revisión del trabajo de su antecesor y tiene claro qué necesidad más urgente de la provincia debe afrontar?

Una necesidad imperiosa es llevar adelante las depuradoras. No solo por mi experiencia anterior en la CHD, no solo por mi sensibilidad ambiental, ya que creo firmemente que hay que devolver el agua depurada a los ríos sino porque además el Gobierno de España ha sido sancionado por no tener un grado suficiente de depuración ante la Unión Europea. Algo de lo que nos vienen advirtiendo desde hace años porque teníamos que haber alcanzado un cierto nivel de depuración en el 2010. Me he encontrado con que en este año había consignadas en presupuestos cinco depuradoras y de ellas a tres hay que darles el último empujón porque tienen todavía problemas de expropiaciones para que se puedan empezar las obras. Son las de Quintanilla de Arriba, Valoria la Buena y Esguevillas de Esgueva. Ya tienen licitada la obra, pero todavía falta el empujoncillo. Y hay otras dos muy importantes, con presupuesto este año, como Aldeamayor y Villanueva de Duero, que todavía no están en la misma fase de las anteriores y hay que darles un empujón porque son localidades importantes como para no tener depuradora. Esa es mi prioridad, que las depuradoras salgan adelante.

En el plano medioambiental, aunque ya hay nueva presidenta de la CHD, hay abierto un conflicto con los alcaldes de la ribera del Duero por el mantenimiento de la senda del Duero. ¿Se plantea mediar para solventarlo?

Conozco el tema porque cuando presidía la CHD ya hicimos varios proyectos de este tipo, no en la provincia de Valladolid, pero sí en otras. El procedimiento siempre es el mismo para poder intervenir en un proyecto de estos. El Ministerio de Medio Ambiente, a través de la CHD, tiene un proyecto que se llama ‘Caminos Naturales’, y  en ese marco va haciendo inversiones. En el caso de la senda del Duero, la idea era que hubiera ese gran recorrido desde que nace el río hasta que llega a Portugal. De hecho se ha avanzado en muchísimos tramos, siempre con el mismo procedimiento que es que un Ayuntamiento manifiesta su interés y pide al Ministerio que lo arregle. Se hace un convenio y en ese convenio la obligación municipal es poner a disposición los terrenos, que en muchos casos son públicos y en otros puede haber ocupaciones o propiedades privadas, el Estado hace la obra a través de la CHD. En ese mismo convenio, cuando le entrega la obra al Ayuntamiento este se compromete al mantenimiento. El conflicto no es tal. Tienen que mantenerlo. Si no hubieran firmado el convenio para el arreglo y posterior mantenimiento la obra no se hace.

El problema en este caso es que ha degenerado en abandono y no se garantizaba la seguridad de los senderistas.

Lo que no se puede es abandonar una inversión que ha sido millonaria y es un recurso turístico muy importante para los pueblos. Tienen que mantenerlo, tendrán que buscar recursos de algún sitio porque cuando manifestaron el interés por esta inversión, que se hizo con dinero de todos, adquirieron unos compromisos. Que a lo mejor la Diputación les puede ayudar a mantenerlo, pues bien. El hecho es que hay que mantenerlo.