La actividad de inyección de aluminio generaría 70 empleos y estaría en la planta de Motores

Óscar Fraile
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La Dirección no desveló más datos sobre el nuevo vehículo que fabricaría Valladolid por ser un proyecto «estratégico y confidencial»

En la reunión del Comité Intercentros celebrada ayer no solo se habló de condiciones laborales y flexibilidad. Los sindicatos también se interesaron por la actividad que generaría la hipotética adjudicación del tercer plan industrial. Hasta ahora se conocía, porque la empresa lo había hecho público, que Montaje fabricaría un nuevo vehículo, Motores produciría las generaciones 7 y 8 del K9 diésel y en el inicio de 2018 Valladolid acogería una nueva actividad de inyección de aluminio. Pues bien, la empresa aportó algunos datos más, pero no en lo referente al nuevo vehículo, por tratarse de un «proyecto estratégico y confidencial». Eso sí, en este sentido avanzaron que esta adjudicación estaría encaminada a garantizar en las plantas españolas el mismo nivel de actividad que el año pasado, en el que, por ejemplo, la factoría de Motores alcanzó su récord de producción, con 1,5 millones de unidades y la de Montaje mantiene con solvencia los tres turnos de producción gracias al tirón comercial del Captur.


En el aspecto que sí que aportó algunos datos más la empresa fue en el de la actividad de inyección de aluminio. Hasta ahora se conocía que se desarrollaría en Valladolid, pero Renault confirmó ayer que sería en la planta de Motores, según señalaron a este periódico fuentes próximas a la reunión. Esta nueva carga de actividad implicaría la creación de un nuevo departamento y la contratación de 70 personas, según se aseguró en la reunión de ayer.

 

Si al final este plan industrial se adjudicase a las plantas españolas, esta nueva actividad, que consiste en la recepción de lingotes de aluminio para después fundirlos y convertirlos en piezas, supondría que Valladolid utilizaría esos componentes en la misma factoría de Motores y enviaría otros a la fábrica de Sevilla, que fabrica cajas de velocidades. Pero no sería una actividad exclusiva. Valladolid también podría suministrar piezas a otras plantas.

Lo que sí que supondría es un importante ahorro de costes logísticos. Cabe recordar que con este plan la fábrica de Motores también empezaría a fabricar las generaciones siete y ocho del K9 diésel, el propulsor que actualmente centra la mayor parte de la actividad de esa fábrica después de que el verano pasado se dejase de fabricar el K4 de gasolina. Esta producción en Motores se completa con el H5 de gasolina.


En lo que se refiere a Montaje, el nuevo vehículo vendría a asegurar la actividad más allá de 2020. Hasta entonces no parece que vaya a haber problema en función de buen comportamiento del Captur, que ha asegurado los tres turnos de montaje y cuya demanda ha provocado que haya que hacer modificaciones en la sección de pintura para atender el ritmo de pedidos.