Una década después de terminar el Área de Rehabilitación Integrada (ARI) Platerías-Catedral, el Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado el proyecto de rehabilitación del último edificio de la calle Platerías que estaba pendiente de una remodelación integral y que presenta un avanzado estado de abandono. Se trata del inmueble situado en el número 14 de la céntrica vía, donde antiguamente estaba la tienda de cuadros Miguel Jover y cuya fachada trasera tiene vistas hacia la calle Ramón Núñez y la plaza de Cantarranas. Precisamente, es uno de los bloques más nuevos de la calle, lejos de la estética renacentista de los números impares de esta monumental calle, pero lo cierto es que presenta una arquitectura muy singular del Valladolid del siglo XIX con grandes miradores y balcones de hierro forjado, además de cuidados artesonados y rosetones de escayola que decoran sus fachadas.
La construcción de cinco alturas más local comercial presenta desde hace varios años un aspecto de deterioro inusual en esta calle que poco a poco va recobrando parte del esplendor que un día tuvo. Y es que llama especialmente la atención el aspecto semiderruido del inmueble, con el consiguiente peligro para los viandantes tanto de Platerías como de Cantarranas, dado que desde hace muchos meses se aprecian desde la calle numerosos cristales rotos en las ventanas exteriores, la carpintería astillada y algunas hojas colgando por tener rotas las bisagras... Es más, tal es el desperfecto que la propiedad, por requerimiento municipal, ha colocado hace varias semanas una visera de madera hacia Platerías para evitar desprendimientos a la vía pública y, por tanto, accidentes.
En la parte trasera, por Ramón Núñez y Cantarranas, el panorama no es mucho mejor, dado que presenta bastante mala imagen todo el corredor de miradores de madera hasta el punto de que en los pisos superiores se han colocado unas mallas para evitar la entrada de palomas que en los últimos años habían causado bastante podredumbre y destrozo en el interior del ya de por sí abandonado inmueble. Además, en los días de intenso viento, las ventanas abren y cierran con el consiguiente riesgo. Es por esta cuestión, precisamente, que cada vez son más las ventanas que se han depositado en el interior de la balconada para evitar su caída.
Macías Picavea ha vuelto a cortarse para arreglar los adoquines. - Foto: J.Tajes Pero esta situación parece tener los días contados porque la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado ahora el proyecto básico modificado y de ejecución del mencionado inmueble para la construcción de un bloque donde se distribuirán un total de siete viviendas y un establecimiento comercial con entrada por ambas calles: la fachada principal por Platerías y por la calle Ramón Núñez.
El resto de la calle.
Portada principal, con andamios de madera, del edificio de Platerías 14, que se rehabilitará en los próximos meses. - Foto: J.Tajes Con esta rehabilitación integral del número 14 de la calle, que empezará este año, Platerías contará con todas sus construcciones rehabilitadas y sus portadas renovadas, lo que mejorará sustancialmente el aspecto de esa vía. Así, el último edificio en restaurarse ha sido el que hace esquina con la plaza del Ochavo, la casa natal de San Pedro Regalado, que fue tirado completamente su interior para reformarlo. Ahora, pendientes de labores de remate, las portadas ya presentan un remozado aspecto, lo que permite comprobar la horinzontalidad de todos los balcones del número de los impares de Platerías, tal y como fueron confeccionados en el siglo XVI.
Por último, destacar que en este monumental entorno existen todavía algunos edificios que necesitan de una rápida intervención: es el caso de un pequeño bloque de la plaza del Val, en Cantarranas o en Macías Picavea. De la misma manera, existen varios solares en ese céntrico punto pendientes de construcción, como son el caso de la esquina entre las calles Val y Conde Ansúrez o el histórico de la calle Gallegos o la Bajada de la Libertad.