Renault y los sindicatos volvieron a reunirse ayer de cara a avanzar en las negociaciones para conseguir el tercer plan industrial para España. Un encuentro en el que la multinacional concretó las medidas necesarias para, a su juicio, avanzar en competitividad y flexibilidad. Bien es cierto que, como sucedió en los dos planes industriales anteriores, se trata de una propuesta de máximos que seguramente la empresa vaya suavizando en las próximas reuniones con los representantes de los trabajadores.
Pero la ambición de este paquete de propuestas de Renault se pone de manifiesto en planteamientos como el de trasladar la paga extra de marzo o la de septiembre a la prima por objetivos, de modo que solo estaría garantizada si se alcanzan ciertos resultados empresariales. Lo mismo pretende hacer con el diez por ciento de la prima de producción. Además, quiere que el cobro de esta prima por objetivos esté vinculado a la presencia del trabajador en la fábrica. Es decir, que iría bajando a medida que aumente su absentismo.
En material salarial Renault también plantea una rebaja del diez por ciento en los pluses de nocturnidad, turnicidad y de festivos y de un 20 por ciento en el de aprovechamiento de instalaciones. El que se cobra, por ejemplo, por trabajar un sábado por la tarde.
En la reunión del Comité Intercentros la Dirección también explicó que el tercer plan industrial de Renault tendrá un periodo de aplicación de cuatro años, de 2017 a 2020. Cabe recordar que si las plantas españolas consiguieran esta adjudicación, Montaje fabricaría un nuevo vehículo, Motores produciría dos versiones más del K9 diésel y Valladolid iniciaría una nueva actividad de inyección de aluminio.
Otra de las propuestas está vinculada con algunas de las declaraciones que ha hecho el presidente de Renault España, José Vicente de los Mozos, en referencia a la necesidad de trabajar los domingos sin incrementar costes. En este sentido, la empresa propone la creación de un turno en fin de semana que también trabaje los festivos con el mismo nivel salarial de la plantilla que trabaja de lunes a viernes. Por otro lado, Renault quiere tener la posibilidad de acortar o alargar la jornada diaria en una hora en función de las necesidades de producción y con cargo a la bolsa de horas, además de introducir la posibilidad de contratar al personal ligado a fabricación mediante empresas de trabajo temporal.
En materia de flexibilidad también pide trabajar sábados por la tarde y domingos por la mañana con cargo a la bolsa de horas, que ciertos turnos, como el antiestrés, pasen de voluntarios a obligatorios y eliminar las horas de descanso que generan los empleados por trabajar el turno de noche (0,8 horas por jornada, es decir, cuatro horas por cada semana en ese turno). Otra de las propuestas es igualar el plus de modificación de la demanda a partir del sexto sábado. Actualmente, los cinco primeros sábados que se trabajan se pagan con un nivel salarial inferior a los posteriores, y la empresa quiere que no haya incremento desde el sexto.
Respecto a la jornada, destaca la petición de aumentar de 216 a 220 días de trabajo (hay otros dos de competitividad que la empresa tiene la posibilidad de utilizar en función de sus necesidades). Renault también quiere congelar los días de descanso que se generan anualmente por la antigüedad de los trabajadores. La propuesta es que los nuevos ingresos no los tengan y los que ya los han generado se queden como están.
Por último, propone que el paso de especialista C a oficial de tercera, que supone una subida de salario del 15 por ciento, sea por méritos. Actualmente todos los trabajadores tienen asegurado llegar a ese nivel a los cinco años y medio.
La próxima reunión, en la que los sindicatos responderán a esta propuesta y harán la suya, será el miércoles 10 de febrero. Cabe recordar que Renault tiene previsto adjudicar el plan a finales de marzo.