Leyenda y cañonero

M.B
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Juan Bosco Rentero jugó siete temporadas en el Balonmano Valladolid antes de su retirada en 2010. Extremo derecho, anotó más de 1.000 goles en la Liga Asobal. Ahora vive y trabaja en Madrid

Leyenda y cañonero

Bosco Rentero, cañonero! El pabellón Huerta del Rey tenía éste como uno de sus cánticos favoritos hace diez años. Por entonces un maduro Juan Bosco Rentero se entregaba en cuerpo y alma en cada partido con la camiseta del BMValladolid. Lo hacía siempre con la ‘soga al cuello’ de jugarse la renovación temporada a temporada. En tierras pucelanas estuvo desde 2003 y hasta 2010, cuando decidió retirarse. Aquí llegó del Teka Cantabria y de aquí, aunque en principio había firmado para seguir jugando en el Pilotes Posada, se fue a Madrid, donde vive desde entonces, alejado del balonmano, trabajando ahora en una empresa, Prim, de suministros hospitalarios y ortopédicos.

«De Valladolid recuerdo todo, con mucho cariño. Quizá fueron mis mejores años deportivos y personales. Conseguí evolucionar con el equipo, adaptándome a las necesidades. Tenía un perfil y me fui adaptando. Cada año estaba en la cuerda floja y había que superar retos y eso me hizo crecer y madurar», señala el madrileño.

Juan Bosco Rentero nació en la capital española hace 43 años. Comenzó pronto a jugar al balonmano, con 7 años ya lo hacía en el Virgen de Europa. A los 14 entró en el Atlético de Madrid, con el que debutó en División de Honor. De ahí al Alcalá, luego al Guadalajara, al Chapela y al Teka Cantabria. «No recuerdo muy bien quién me llamó. Imagino que Pastor, porque siempre había habido interés, desde infantiles. Al final coincidió en un momento en el que el BM Valladolid se estaba afianzando entre los grandes», señala sobre su llegada, en 2003 junto a, entre otros, Torrego y Milinovic -ese año se fueron Paco López, Rocas y Pisonero tuvo que retirarse por las lesiones-. 

Leyenda y cañoneroLeyenda y cañoneroAquí el extremo derecho ganó dos Copas del Rey y una Recopa. Aquí vivió el mejor momento del balonmano vallisoletano: «Lo que más me llevo de Valladolid es el grupo humano, fueron años que se consiguieron cosas porque éramos un grupo de amigos y súper profesional. Eso más Pastor». Porque Rentero reconoce que el técnico pide, exige, pero eso te hace mejorar: «Ahora aplico más mis conocimientos de mi etapa deportiva que de la académica en mi trabajo, sobre todo a nivel psicológico».

Porque el madrileño es licenciado en Bioquímica y eso le abrió las puertas para pasar de la vida deportiva a la laboral sin traumas. 

Tras 18 temporadas y más de 1.000 goles en la Liga Asobal, Rentero se retiró en 2010 y se fue a vivir a Madrid. Tiene tres hijos, Bosco y Marco; más Valeria. Hasta este verano trabajó en Medcom Tech, empresa dedicada a la comercialización de productos tecnológicamente avanzados en cirugía ortopédica, traumatología, neurocirugía y anestesia. «Con 35 años que te den la oportunidad de dar el salto de la vida deportiva a la profesional es de valorar. Y así lo hice».

Aunque tiene el título de entrenador nacional se ha alejado del balonmano. Hasta el punto de que reconoce que está desvinculado. Eso sí, sigue haciendo deporte (natación, esquí e incluso motociclismo, pasión que abandonó con 17 años).

A Valladolid hace tiempo que no viene. «Es verdad que empiezo a tener cierta nostalgia. Hace poco hablé con Edu, que estaba con Sierra y Asier, y me trajo muchos recuerdos».

Fichó por Pilotes en 2010 pero no llegó a jugar

Rentero pasó de las pistas al mundo laboral en un verano. El de 2010. «Ese año había fichado por el Pilotes Posada. Era una manera de volver a Vigo, en un proyecto más pequeño», recuerda. Pero le llamó Joan Sagalés, exjugador del Barça, que había creado MedcomTech: «Y la cabeza me estaba diciendo de parar. Tenía otros retos en mi mente». Así que rompió el contrato con Pilotes y se fue a Madrid. Desde entonces allí vive, aunque «me gustaba más Valladolid. Allí estaba mejor porque es una ciudad más pequeña».