Un adiós con incógnita

DPA / Pekín
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Usain Bolt no ha confirmado aún cuando se retirará, pero aspira a hacerlo en lo más alto

Retirarse en lo más alto, estirar hasta el final un dominio aplastante. Lo que tiene al alcance el jamaicano Usain Bolt es algo que no ha logrado anteriormente ninguna leyenda del deporte.

Ni Mohamed Alí, ni Pelé, ni Maradona, ni Michael Jordan, ni Jack Nicklaus, ni Michael Schumacher, ni Lance Armstrong acabaron su carrera siendo los reyes en sus deportes. En muchos casos, incluso, terminaron hundidos.

El final de Bolt está cerca. El velocista tiene 29 años recién cumplidos y el pasado jueves, después ganar en Pekín su décimo oro mundial, confirmó que los Juegos de Río serán posiblemente su última gran competición.

El sprinter defenderá en la ciudad carioca los títulos de 100, 200 y 4x100 metros y a la siguiente gran cita, el Mundial de Londres 2017, llegaría con 31 años.

«Me encantaría estar en Londres, pero creo que el deporte no es tan divertido como solía ser. Es más exigente. No puedo disfrutarlo todo lo que querría porque tengo que sacrificarme mucho más», precisó a los medios.

De momento, lo que está claro es que será la gran estrella de Río 2016. Porque uno no puede fiarse mucho de su palabra en cuanto a su retirada se refiere. Tan pronto dice que es su última parada como que el Mundial de 2017 es el final de su trayecto.

Su objetivo no está en una ciudad ni en una competición concreta, sino en los libros de historia. «Quiero ser el mejor de todos los tiempos», repite una y otra vez el hombre más rápido del mundo.

Según Sports Illustrated, Bolt tiene un contrato con la firma Puma que incluye el Mundial de Londres. La empresa le paga, según la publicación, 10 millones de dólares al año y, cuando lo deje, le embolsará cuatro por cada temporada como embajador de la marca.

Retirarse después de Río podría obligarle a renunciar a 20 millones, pero quizás sea el precio que tenga que pagar por no verse derrotado jamás en una gran final desde que explotó en los Juegos de Pekín 2008.

Poner punto final a su carrera con otro trébol dorado en Río supondría la rúbrica perfecta para el ‘sprinter’. De algo similar no pudo disfrutar ninguno de los deportistas mencionados anteriormente.

Ali perdió tres de los últimos cuatro combates que disputó, Maradona se vio envuelto en mil polémicas, Pelé acabó marcando goles en el Cosmos de Nueva York y Nicklaus ganó su último ‘major’ de golf casi 20 años antes de decir adiós.

Más particulares son los casos de Jordan, Armstrong o Schumacher, tres leyendas que decidieron regresar una vez retirados y que, en su vuelta, no pudieron volver a ser los mejores.

La retirada de un gran deportista no es sencilla. Hay que saber cuándo, dónde y cómo. Bolt parece que lo tiene más o menos decidido: en 2016, en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y ganando otros tres oros.