Homenaje póstumo a tres héroes anónimos

SPC / León
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Juan Vicente Herrera destaca que la Guardia Civil es «uno de los tesoros y patrimonio que tenemos en Castilla y León»

El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el ministro del Interior acudieron al funeral. - Foto: Carlos S. Campillo (Ical)

Como un arrope humano y representativo. Así se refirió ayer el presidente de la Junta a su presencia en la capilla ardiente de los tres guardias civiles que fallecieron el domingo en Maraña (León) tras precipitarse el helicóptero en el que realizaban un rescate de montaña. Juan Vicente Herrera quiso transmitir personalmente «el sentimiento humano, la expresión de afecto, cercanía y agradecimiento a las familias y a todo el Cuerpo de la Guardia Civil por este servicio que en este caso ha tenido el altísimo coste de tres vidas».

Unas vidas, recordó, que además de las irreparables pérdidas humanas, con el gran dolor que la tragedia provoca en las familias, las sociedades y los pueblos donde estaban instalados, también supone una pérdida «tremenda, en un servicio muy profesional, muy especializado que todos los días, de forma anónima, prestaba su labor humanitaria de rescate en situaciones de dificultad en la montaña», según informa Ical.

Herrera fue uno de los cientos de personas que acudieron a la capilla ardiente, instalada en dependencias de la Comandancia de León desde el domingo por la noche. Además de los familiares, amigos y compañeros del Cuerpo, muchos ciudadanos y una nutrida representación institucional acudieron a dar el último homenaje a los tres héroes anónimos caídos en acto de servicio mientras intentaban ayudar a un montañero herido.

Herrera comentó que a pesar del conocimiento del riesgo que conlleva el servicio que realizaban los agentes, como los que desarrollan el resto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, «nos sentimos de alguna manera sacudidos también en el sentimiento más profundo cuando esa labor de solidaridad y de humanidad se traduce en un accidente de quienes estaban auxiliando y recogiendo y asistiendo y atendiendo».

Además de los cientos de personas, al lugar llegaron también decenas de coronas, ramos de flores y testimonios de condolencia, que un portavoz de la Comandancia quiso agradecer al señalar el «sentimiento general de dolor de la Guardia Civil de León, porque los fallecidos eran conocidos y estamos tremendamente afectados».

Cabe recordar que los tres agentes muertos acumulaban cada uno de ello más de dos décadas de trayectoria en la Benemérita.

Todo ello fue reconocido por el presidente de la Junta, quien dijo que la sociedad no olvida el valor de esa labor y ello explica que la Guardia Civil y la Policía Nacional estén en los puestos más altos de valoración y de aprecio de los ciudadanos. «Que nos nos acostumbremos y lo agradezcamos», reclamó. Y en esta línea, reclamó como se haga «atendiéndoles, estando cerca de ellos y prestándoles el más amplio apoyo social, ciudadano, político y administrativo».

El presidente de la Junta no quiso dejar pasar la ocasión para expresar «nuestro gran orgullo por contar con personas, servidores públicos que dan su vida de forma tan tremenda pero también natural por atendernos, por hacernos la vida mejor y por rescatarnos en situaciones de dificultad». Por eso, quiso «actualizar» la figura del servidor público y especialmente de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que velan por las libertades y para facilitar la vida a los ciudadanos. «La Guardia Civil es uno de los tesoros y patrimonios que tenemos en Castilla y León», concluyó.

Juan Vicente Herrera estuvo acompañado en el velatorio, entre otros, por el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, el director general de Protección Civil, Fernando Salguero, el presidente de la Diputación de León, Marcos Martínez, y el alcalde de la capital, Emilio Gutiérrez. También acudió el director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, y el arzobispo castrense, Juan del Río.