Los museos en Valladolid son cosa de mujeres

M. R. I.
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Los cinco espacios museísticos más importantes de la capital están dirigidos por mujeres · Esta 'coincidencia' convierte a Valladolid en una excepción en el panorama nacional donde la presencia femenina es muy inferior

De izquierda a derecha, Eloísa Wattenberg, María Bolaños, Cristina Fontaneda, Inés Rodríguez y Amelia Aguado. - Foto: J. Tajes

Una excepción o una coincidencia extraordinaria propician que los cinco museos más importantes de Valladolid estén dirigidos desde hace varios años por mujeres. Las responsables del Museo Provincial, el Museo de Escultura, el Museo Patio Herreriano, el Museo de la Ciencia y la Fundación Jiménez Arellano celebran esta situación extraordinaria en el panorama nacional, donde menos de un tercio de los directores de estos espacios son féminas. Algo que se hace aún más reseñable dos días después de haber celebrado el Día Internacional del Mujer Trabajadora y de conocer que en la actualidad ocupan menos de un 25% de los puestos de dirección de las empresas.


«Es algo extraordinario. Yo formo parte de una asociación que se llama Mujeres en las Artes Visuales y en sus informes se comprueba que en mundo del Arte Contemporáneo, donde debería haber una paridad, las mujeres son el 44%, pero si eso se lleva a la dirección sólo hay un 22%. Parece que hay un techo porque la mayor parte de los licenciados son mujeres pero luego eso no se traslada al mundo laboral», constata Cristina Fontaneda, directora del Museo Patio Herreriano. En el informe de la Asociación Mujeres en las Artes Visuales, que cita Fontaneda, se alerta de que los licenciados varones, que representan el 26%, casi multiplican por cuatro sus oportunidades para acceder al cargo de dirección, «sea por designación directa o bien por comisiones de especialistas siguiendo las buenas prácticas del sistema actual», según se refleja en el documento.


«Las mujeres no deberían tener ningún freno al desarrollo de sus aspiraciones profesionales, de proyección personal, de autonomía económica y, desde luego, tienen la misma capacidad que los hombres para asumir puestos de responsabilidad. Tradicionalmente las mujeres en el campo de las humanidades tienen una presencia considerable pero es más producto de la tradición», afirma María Bolaños, directora del Museo de Escultura.


«La coincidencia de mujeres es perfectamente normal. En pleno siglo XXI no puede ser noticia esta coincidencia. La tendencia natural es a que si no hay una diferencia intelectual y de capacidad no debe importar el género», remarca Inés Rodríguez Hidalgo, directora del Museo de la Ciencia. Un posicionamiento en el que coincide plenamente Eloísa Wattenberg, directora del Museo Provincial de Valladolid, y la más veterana de las cinco en el cargo, que considera que lo que debe primar es la capacidad de la persona, no el género. Wattenberg, además, sigue la estela de su madre, que también fue directora del Museo Provincial y del de Escultura, entre otros.


«En los museos, como en el resto de la sociedad, en la pirámide base la mayoría son mujeres y sin embargo en los puestos de responsabilidad priman los hombres. No sé si por tradición o si porque se ponen pegas a las mujeres por ciertos condicionantes. Esto pasa», advierte Amelia Aguado, directora de la Fundación Jiménez Arellano. Así que no oculta su satisfacción por la «coincidencia» de directoras en Valladolid, algo que tilda de «fantástico» porque si «hacemos una revisión de las direcciones del resto de los museos de España yo creo que no hay tantas mujeres en conjunto como hay en Valladolid. Además mis compañeras realizan una labor estupenda. Y no entiendo por qué no existen más mujeres directoras», finaliza.


No todas tienen las mismas vivencias y reflexiones sobre «el reto» de ser mujer al frente de la dirección de un museo. «No me he encontrado con ninguna dificultad en ese terreno», advierte María Bolaños. Una afirmación que corroboran el resto de sus compañeras, eso sí, reconociendo que no siempre el camino es fácil. «No he notado un freno en mi carrera. Además somos un equipo con abundante presencia de mujeres. Eso sí, esta desigualdad se sigue notando en la programación de exposiciones e incluso en los propios fondos de las colecciones de los museos. Así que no hago una programación buscando la presencia femenina, pero sí intento programar en paridad. Desde mi conciencia como mujer estoy tratando no provocar desigualdades», advierte Cristina Fontaneda, que está al frente de un museo que, curiosamente desde su inauguración hace más de una década, siempre ha tenido en la Dirección a una mujer.


Un cambio por el que apuesta el Festival Miradas de Mujer, una iniciativa de la Asociación Mujeres en las Artes Visuales, que pretende difundir el papel de la mujer dentro de todos los ámbitos profesionales de las artes visuales, desde la creación artística al comisariado, la crítica, la investigación y la gestión. El Patio Herreriano colabora en esta edición programando una exposición de Maggie Cardelús y una instalación de Amélie Bouvier, mientras  la Fundación Jiménez Arellano presenta la muestra Mujer contra mujer: África-Europa, además de actividades paralelas como conferencias y perfomances.


Y es que las cinco directoras de los museos vallisoletanos coinciden en su pretensión de abrir estos espacios a la ciudad y en mostrar la riqueza de sus fondos a los ciudadanos. «Los museos jamás se hacen la competencia. No somos empresas de lucro. Más bien nos reforzamos. La buena oferta museística de Valladolid potencia el atractivo turístico de la ciudad y todos trabajamos en la misma dirección», recalca María Bolaños.  Una posición que secunda Cristina Fontaneda, que reconoce que «la coordinación a veces es complicada, pero intentamos que no haya solapamiento de actividades con otros museos. Nos complementamos y hay una retroalimentación constante. Esto se ve en la noche de los museos, donde nos unimos todos en una programación conjunta».


«Valladolid está en la parte media alta de la tabla en el número y la calidad de sus museos. La oferta cultural nunca es excesiva. Eso sí, hay que gestionarla bien. Hay muchos vallisoletanos que no saben el valor de los museos que hay en la capital. Esta es una batalla que tenemos: darnos a conocer y que la gente no piense que a los museos se va sólo una vez, a los museos se va y se vuelve», concluye Inés Rodríguez.

Las cinco directoras:

Eloísa Wattenberg, directora Museo de Valladolid. Licenciada en Filosofía y Letras (especialidad Historia) por la UVa. En 1984 fue nombrada directora del Museo Arqueológico Provincial. Entre 1990 y 1993 fue directora general de Patrimonio y Promoción Cultural de la Junta de Castilla y León. En 1994 pasa a ser directora del Museo Provincial de Valladolid. Es vicepresidenta del Patronato del Museo Nacional de Escultura desde 1997, miembro del Consejo de Bellas Artes y Patrimonio Cultural de la Diputación Provincial de Valladolid desde 1999 y académica de número de la Real de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid desde 2000. Ha sido condecorada con la encomienda de número de la orden del Mérito Civil y ha publicado artículos y libros sobre museología y patrimonio cultural.

• María Bolaños, directora Museo de Escultura.  Licenciada en Historia y en Filología Románica por la Universidad de Valladolid, donde se doctoró en Historia del Arte y donde es profesora titular de esta especialidad.  Es miembro de la Asociación Española de Museólogos Profesionales y del ICOM. El 16 de octubre de 2008 fue elegida por unanimidad directora del Museo Nacional de Escultura, tras la dimisión, el 1 de julio del mismo año, de su antiguo director. Sus trabajos de investigación se han orientado a la historia de los museos y al arte contemporáneo y de vanguardia. Concretamente ha trabajado en historia del coleccionismo y de los museos españoles, en museística del siglo XX y en las relaciones entre museo y cultura contemporánea, así como en Estética y teoría del arte y en escultura contemporánea.

• Cristina Fontaneda, directora del Museo Patio Herreriano. Licenciada en Filosofía y Letras (Geografía e Historia, especialidad de Arqueología), y en Historia del Arte por la Universidad de Valladolid y master en Gestión del Patrimonio Cultural por la Universidad Complutense de Madrid. Trabaja en el Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo Español desde el año 2003, donde ha desempeñado los puestos de Coordinadora de Conservación y Registro y Coordinadora de Colección y Exposiciones antes de ser nombrada directora en 2006. Además es vicepresidenta de la Fundación Eugenio Fontaneda entidad que desde el año 2004 es responsable de la gestión y conservación del Castillo de Ampudia, Palencia, y las colecciones artísticas que custodia.

• Inés Rodríguez Hidalgo, directora del Museo de la Ciencia. Doctora en Física (especialidad de Astrofísica), profesora del Departamento de Astrofísica de la Universidad de La Laguna. Ejerció como investigadora en Física Solar en el Instituto de Astrofísica de Canarias. De 2005 a 2008 fue directora del Museo de la Ciencia y el Cosmos de La Laguna, en Tenerife y desde febrero de 2009 es la directora de la Fundación Museo de la Ciencia de Valladolid. Además, imparte frecuentes conferencias y cursos de divulgación, algunos de los cuales ha dirigido o coordinado. Pertenece a la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico y se implica activamente en la difusión del escepticismo. Fue responsable del proyecto ‘Astro para todos los públicos’ del Año Internacional de la Astronomía en España.

• Amelia Aguado, directora Fundación Jiménez-Arellano Alonso. Accedió a la dirección de la Fundación Jiménez-Arellano Alonso, de la Universidad de Valladolid en marzo de 2012, cargo que compatibiliza con la dirección del Centro Buendía también de la UVa. La Fundación, que este año ha cumplido diez años,  atesora la mejor colección española de arte subsahariano, que reúne piezas desde el siglo VIII antes de Cristo hasta la actualidad. Este espacio nació fruto de la iniciativa del matrimonio formado por Ana Alonso y Alberto Jiménez-Arellano para perpetuar la memoria de su hijo fallecido. Así, este museo de arte africano, que dirige desde hace dos años Aguado, pretende ser «un rinconcito de África en plena mesetas castellana y en un palacio renacentista».