Cambio radical en la fisonomía del cruce de la calle Núñez de Arce y López Gómez. Una nueva plaza abierta, donde ahora mismo se ubica el patio del colegio de las Hijas de Jesús, conocidas como las Jesuitinas, descongestionará la alta densidad edificatoria del entorno. Al menos eso se pretende con la modificación puntual del PGOU en la parcela denominada ‘Colegio Hijas de Jesús, Casa de los Villagómez y Casa de los Escudero Herrrera’, que también contempla la construcción de un aparcamiento de 132 plazas, la apertura de un hotel en los dos edificios históricos y dotar de uso de oficinas y comercial a las instalaciones del colegio.
La modificación, aprobada inicalmente por el Pleno del Ayuntamiento, conlleva la creación de una «única área especial donde el uso pormenorizado especial será de comercio y oficinas y como usos básicos se establecerán los de comercio y servicios, deportivo, oficina, hospedaje, hostelería y permitiéndose bajo rasante garaje-estacionamiento», según figura literalmente en el expediente, que excluye el uso residencial.
Además se establece el cambio de catalogación de la Casa Villagómez y de la de Escudero Herrera, que pasa de P2 a P3, que implica protección integral en su configuración exterior y estructural en el interior, aunque se mantiene la edificabilidad (9.992,88m2).
Los promotores de la modificación urbanística, unos empresarios salmantinos, alegan que con su proyecto se «consigue una viabilidad para el contenedor escolar obsoleto, manteniendo la vinculación con los dos edificios catalogados». En la memoria se argumenta que mantener el «uso de equipamiento privado escolar es inviable por el alto coste que supondría su adaptación a las exigencias actuales y a la falta de interesados en su explotación». Aseguran que han comprobado con las ocupantes del colegio esta situación, y por eso recientemente se han trasladado a un nuevo colegio. Y también ponen como ejemplo que la academia de formación que existía en la casa de los Villagómez cerró poco después de rehabilitarse el edificio.
Precisamente la casa de los Villagómez se reconstruyó prácticamente en su totalidad por el estado ruinoso y reconvirtió todo su interior en aulas de formación, baños y cuartos de instalaciones. También, la casa de los Escudero Herrera se reconvirtió en la década de los 80 para la creación de aulas escolares, laboratorios y capilla. Estos dos edificos protegidos, donde está previsto construir un nuevo hotel, se pretenden poner en valor permitiendo su «visibilidad» al sustituir el patio del colegio por una plaza pública abierta.
El nuevo espacio ocupará 1.300 m2 y se ofrece para que «pueda ser utilizado por los vecinos para el ocio o cualquier actividad sin coste alguno», aseguran los promotores del proyecto. En los planos se plantea una plaza con «dos grados de privacidad». Así, una zona, la más próxima a la futura entrada principal del recinto, junto a la Casa de los Escudero, será restringida al uso de los titulares del complejo y otra zona será menos restringida y tendrá uso público.
Más plazas hoteleras. La memoria del proyecto incide en la necesidad de «conseguir más plazas hoteleras, de comercio y oficinas de calidad en el centro de la capital para contrarrestar el éxodo poblacional y comercial hacia zonas periféricas». También alegan que el parking de cuatro plantas bajo rasante que está previsto bajo el patio del colegio «resolverá el problema de aparcamiento del inmueble». El garaje tendrá una superficie de 1.135 m2 por planta, con lo que «resultarían 33 plazas por planta, lo que sumaría 132 en total».