Cesáreo: «El balonmano es mi vida y el Europeo es un sueño»

M.B
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Nació en Sant Joan Despí (Barcelona) hace 19 años y llegó el verano de 2017 al Aula Alimentos de Valladolid. Por entonces ya era internacional en categorías inferiores. En una semana jugará todo un Europeo con la selección absoluta, las Guerreras

Eli Cesáreo debutó en octubre con las Guerreras y en unos días estará en Francia disputando el Campeonato de Europa. La catalana llegó al Aula la temporada pasada, con 18 años -empezó a jugar al balonmano a los 5 porque lo hacían su padre (estuvo en la órbita del Barcelona) y su hermana-. A Valladolid llegó del Club Handbol San Vicenç, de División de Honor Plata. En su presentación dijeron que podía jugar de lateral y de pivote, puesto que la ha llevado a ser internacional. «Estoy contento de poder incorporarla por su talla y por su juventud», señalaba el seleccionador, Carlos Viver, sobre ella. Es la tercera jugadora del Aula, tras Amaia y María, en jugar con la absoluta. 

Hace apenas un año pasaba de Plata a Honor; y ahora está a las puertas de un Europeo, ¿un sueño?

La verdad es que sí. Desde que llegué aquí ha ido todo in crescendo. Miguel y las chicas me han ayudado muchísimo y esto es mérito de todo el mundo, no solo mío. En ningún momento me podía imaginar que esto podía pasar. Hay mucho trabajo por detrás: esto es para mí mi vida, mi día a día y sí, la verdad, es un sueño.

¿Lateral o pivote? ¿O ambas?

Es curioso porque mi padre también era lateral izquierdo y le ponían de pivote. Para mí, él es mi referente porque siempre me ha ayudado desde pequeña. Me parece bueno compaginar ambos puestos aunque ahora estoy muy bien en el pivote. Me gusta de verdad.

¿Qué le hizo venir al Aula? ¿Qué le convenció?

Después de estar en Plata, quería subir a un equipo de División de Honor. Tuve suerte de que algunos equipos querían contar conmigo, pero el hecho de conocer a Miguel de la selección española y el hecho de ser un conjunto joven... me parecía que podía ser más fácil el acoplarme e involucrarme en la pista con las compañeras. Además de que Valladolid está bien situado. Pero sobre todo el hecho de que estuviese Miguel y conocer a Elena Cuadrado y a Mada me hizo decidirme por venir aquí.

¿Y qué se encontró cuando llegó?

Me encontré lo que no me esperaba, pero todo a mejor. El hecho de que las compañeras te acojan tan bien... me sentía como en casa aunque estuviese lejos. Me costó por temas de cabeza, pero el hecho de que las chicas estuviesen conmigo, el apoyo, el trato recibido, la confianza, el ver a Miguel siempre cerca... me llenaba y me hacía estar feliz pese a que fuese duro.

Era su primera experiencia fuera de casa, ¿tan duro es?

Sí. Ese primer año lo pasé mal porque no estaba acostumbrada a estar fuera de casa, sin mi familia. Se hace duro estar en una Residencia, sola, lejos... pero al final te acostumbras.

Este año el equipo sigue siendo muy joven, pero continúa arriba, peleando con los mejores, ¿cuál es el secreto del Aula?

Solo puedo decir de estos dos años. Los equipos normalmente se unen en la pista, pero este es un equipo que está tan unido fuera de ella, que cuando estamos dentro parece el triple. Es una piña. Además, el juego de velocidad y la defensa es lo que más destacaría, además de muchas jugadoras de calidad, como Tere, Cristina... todas.

Hablemos de la selección. ¿Cómo le comunicaron la convocatoria?

Fue unos días antes de salir la lista oficialmente. El seleccionador me preguntó por Whatsapp si me podía llamar, yo estaba en clase, pero si te llama el seleccionador tienes que estar ahí, aunque no imaginaba que era para darme esa noticia. Me estuvo comentando los partidos del fin de semana. Y luego ya me dijo que no me llamaba para eso si no para comunicarme que me habían seleccionado para ir al Europeo... me quedé en blanco. No sabía ni qué decir; solo que qué nerviosa estaba. Carlos me explicó la preparación, cómo iba a ser todo y se me hizo más ameno, pero yo seguía nerviosa y apenas me comuniqué con él.

¿Qué le ha pedido?

Bueno de momento solo me ha dicho que confía en mí, que haga lo que sé hacer. Obviamente me va a pedir otras cosas, que vaya mejorando poco a poco y adaptándome a las compañeras, que son mayores. Él confía en mí y yo voy a dar todo lo que tengo y más.

¿Y su entrenador, Peñas?

Él está muy contento. Me ha dicho que confíe en mí y que si estoy ahí es por algo. Que me lo crea.

Habrá recibido un sinfín de felicitaciones, ¿alguna que le haya hecho especial ilusión?

Cuando me llamó Carlos me dijo que no dijese nada, aunque obviamente sí a mi familia. En cuanto se lo dije a mi padre, casi estaba más emocionado que yo. Mis amigas, la gente de la Liga... la sorpresa de que la gente se alegre por ti.

Compartir vestuario con Silvia Navarro, Nerea Pena o Carmen Martín son palabras mayores. ¿Ser la más joven de la selección es un alivio o una presión?

Soy la más joven y estoy nerviosa, porque yo soy nerviosa. También me da un poco de vergüenza o miedo, mil sensaciones dentro. Pero voy con mi mejor versión, a darlo todo y ya está. Ya estuve con las compañeras en los amistosos de Austria y noté que todas me apoyaban mucho. Te tratan como una niña, te ayudan, se preocupan... ahora voy a estar mucho tiempo con ellas y seguro que también aprenderé y mejoraré.

¿Qué espera en Francia?

Lo que me den, los minutos que sean, estaré a tope. Tanto jugando, que ojalá sea porque es lo que me gusta; o desde el banquillo, animando. Estamos en un grupo difícil, todo el mundo quiere medalla, pero lucharemos por ello.

Hay un cambio generacional, gente más joven, pero las chicas nunca paramos de dar guerra.