La Cañada Real, a la altura del número 30, cuenta desde este viernes con tres sopores informativos exteriores -un kiosco y dos paneles- sobre la trashumancia en Valladolid, para evocar en esta vía pecuaria la importancia de la Mesta, el pastoreo itinerante por diferentes rutas en busca de los mejores pastos, las tradiciones o el folclore asociado a esta actividad, así como un glosario propio.
El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, junto a miembros de la Asociación Vecinal Poeta José Zorrilla y vecinos de la Cañada presentaron este nuevo recurso de información cultural que venían demandado los residentes en la zona, para difundir el pasado trashumante de esta vía al sur de la capital.
En concreto, el espacio verde central acoge un kiosco que proyectará diariamente, durante un amplio horario, un audiovisual producido expresamente para explicar que la vía fue en su momento un cordel de la Cañada Real Leonesa Occidental, que llegaba a Valladolid procedente de Rueda y partía desde aquí hacia Medina de Rioseco.
Por su parte, los paneles recogen información sobre los orígenes de la trashumancia en España, una actividad centrada en el aprovechamiento racional de los pastos según las épocas del año, las fechas del trasiego, la importancia de la lana en la Edad Media, el oficio y los conocimientos generados para transportar los semovientes con fotografías y cuidadas ilustraciones que reflejan el paso de los rebaños por la ciudad no hace tantos años.
Fondos del Archivo Municipal
Estos fondos proceden del Archivo Municipal, depositario de un riquísimo material gráfico referido a la trashumancia en Valladolid, en un trabajo que ha sido coordinado por José Luis Hernando Garrido, autor de los textos de los paneles y del guión audiovisual. Es doctor en Historia del Arte y, durante años, fue conservador del Museo Etnográfico de Castilla y León.
En su intervención, el alcalde expresó su deseo de que esta iniciativa, cuyo coste ha ascendido a 16.000 euros, “contribuya a la puesta en valor de uno de los capítulos de la historia local que más nos ha vinculado a la esencia de lo rural, con todo lo que de enriquecedor tiene lo referido al campo”.
“Espero además –aseveró-, que el resultado sea del agrado de todos los vallisoletanos, y no sólo de los que viven y hunden sus raíces en esta singular zona de Valladolid, con más de medio siglo de historia a sus espaldas, y miles de historias y nombres propios en sus anales, de estas gentes que vieron pasar por las puertas de sus casas infinidad de rebaños realizando rutas de trashumancia”.