La construcción empieza a remontar tras destruir 14.600 empleos con el cierre del 60% de las empresas

Óscar Fraile
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El número de afiliados a la Seguridad Social bajó de los 21.674 que había en 2007 a poco más de 7.000 en 2013, pero desde entonces esa cifra ha aumentado hasta los 7.593 actuales

El sector de la construcción ha sido la cara más visible de una crisis que se ha llevado por delante empresas de todos los tamaños y actividades. No obstante, lo peor parece haber pasado después de unos años en los que Valladolid ha vivido prácticamente sin actividad en obra nueva.


Tan crítica llegó a ser la situación de este sector que los 21.674 afiliados a la Seguridad Social que había a principios de 2007 en Valladolid, justo antes de comenzar la crisis, empezaron a descender de forma vertiginosa. En solo dos años ya solo quedaban poco más de 14.000 y a finales de 2013 la cifra se redujo a 7.054, una tercera parte de los que había al principio.


No obstante, en el último año y medio parece que la tendencia ha cambiado. 2014 se cerró con 7.165 afiliados y ese ritmo de crecimiento se ha incrementado en lo que va de año hasta llegar a los 7.593 que hubo de media en julio, según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.


El secretario general de la Asociación Vallisoletana de Empresarios de la Construcción (Aveco), Benjamín Hernantes, reconoce el tímido avance, pero huye de cualquier tipo de euforia. «Está repuntando, pero la situación está lejos de estar estabilizada», dice. Y da más datos para demostrarlo. «El 79 por ciento de los trabajadores se ha ido al paro, básicamente porque han desaparecido el 60 por ciento de las empresas, pero también porque las que han sobrevivido han tenido que hacer despidos», explica.


Los datos que maneja Aveco, procedentes de la Fundación Laboral de la Construcción, indican que en la provincia había el año 2007 unas 2.700 empresas del sector.  Pues bien, ese número ha descendido en la actualidad hasta 1.151, y solo el 18 por ciento de ellas tiene más de cinco trabajadores en plantilla.


Evidentemente, esta evolución también se ha visto reflejada en las cifras del paro. El crecimiento de desempleados en la construcción fue espectacular tras la explosión de la burbuja inmobiliaria. En 2006 había 1.468; en 2008, 5.453; y al finalizar 2011, casi 8.000. El descenso iniciado entonces se ha acentuado en el último año y medio hasta alcanzar los 3.720 registrado el mes pasado.


Otro de los síntomas de que las cosas están cambiando es que ya no hay empresas que se den de baja en la asociación, tal y como explica Hernantes. Durante los últimos años el goteo era constante, sobre todo por cese de actividad, pero también hay otras que no podían afrontar el pago de las cuotas. En este sentido, y para dar la vuelta a esta situación y fomentar as ventajas que implica el asociacionismo, Aveco está a punto de iniciar una campaña de captación de nuevos socios, para incrementar los 40 que tiene actualmente. Así, en breve se pondrá en contacto con las poco más de mil empresas que hay ahora en Valladolid para intentar que juntas se hagan más fuertes. Además, la asociación tiene pensado realizar en breve un estudio para analizar en profundidad el estado del sector.

Las reformas de viviendas y edificios mantienen la actividad del sector

Aunque ya se pueden ver las máquinas trabajando en algún solar de Valladolid, la obra nueva sigue siendo una rara avis dentro del sector de la construcción. Las empresas se siguen teniendo que conformar con pequeñas reformas en viviendas particulares y con las obras que han tenido que acometer muchas comunidades de vecinos para cumplir con las exigencias de la Inspección Técnica de Edificaciones (ITE). Por eso para el sector son tan importante en estos momentos las ayudas públicas que se puedan conceder para abordar unas obras que en ocasiones son muy costosas para los vecinos.

Por otro lado, el secretario general de la Asociación Vallisoletana de Empresarios (Aveco), Benjamín Hernantes, prevé que las empresas tendrán que seguir tirando del sector privado, puesto que «no habrá mucha» obra pública el año que viene, según él. Según los datos de la Cámara de Contratistas de Castilla y León, en el primer semestre de este año se han licitado obras en Valladolid por valor de 57,3 millones de euros, lo que representa un 8,7 por ciento más que en el mismo periodo de 2014.
La patronal es consciente de que la recuperación será lenta y nunca para llegar a los niveles de actividad que había antes de la explosión de la burbuja inmobiliaria. Hernantes explica que el sector de la construcción siempre suele ir de la mano con la situación económica del país.