El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, resaltó ayer que «toda España» está con la selección española de baloncesto, en la recepción que brindó en el Salón de Tapices del Palacio de la Moncloa a los jugadores y cuerpo técnico que preparan la Copa del Mundo, que se disputará del 30 de agosto al 14 de septiembre.

 «No os pedimos nada porque no hace falta. Sabéis lo que tenéis que hacer. Vivimos la mejor etapa del baloncesto nacional», manifestó el líder del Ejecutivo.

El popular destacó que el combinado patrio, la ‘ÑBA’, está ofreciendo una «magnífica imagen» de la nación por todo el mundo. «Competís bien y, habitualmente, ganáis y esto es reconfortante. El deporte tiene muchas cosas positivas que aportar al conjunto de la sociedad y, a veces, no se notan. Porque parece que solo son importantes los resultados», comentó el mandatario.

Para el presidente del Gobierno, «de lo que se trata es de estar lo más arriba». «Tenemos una magnífica escuadra. Estáis muy bregados, jugáis en grandes ligas, y, desde 1999, hemos tenido muchos éxitos. Siempre tuvimos magníficos jugadores y, cada vez, nos vamos superando más en ese afán de superacion. Hay cantera por debajo», remarcó Rajoy, que se refirió al joven Álex Abrines, al que, según sus palabras, ha seguido desde el Unicaja.

«Vamos a estar muy pendientes de vosotros y espero que podáis dar una alegría a España», concluyó Rajoy, que se fotografió en las escalera de la Moncloa junto a la delegación de la Federación Española, jugadores, entrenadores y auxiliares.

Al acto acudieron el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, el presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB), José Luis Sáez, el seleccionador nacional, Juan Antonio Orenga, y el capitán del bloque, Juan Carlos Navarro, junto al resto de jugadores y cuerpo técnico de España.

 Sáez agradeció a Mariano Rajoy la recepción en La Moncloa y recordó que les viene acompañando desde una «larga trayectoria», ya que le conoció como ministro de Deportes con motivo del Mundial junior en Lisboa en 1999, «el primer hito más representativo del baloncesto español del que ahora se cumplen 15 años».