Las entidades financieras deben tres millones en concepto de cuotas de comunidad de sus pisos sin vender

Óscar Fraile
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Este problema cada vez es más frecuente por el aumento de los desahucios y el embargo de viviendas a constructoras que quiebran · Los expertos aconsejan acudir a la vía judicial

Las entidades financieras cada vez deben más cuotas de la comunidad. - Foto: El Día

Es una situación habitual en los últimos años. Una constructora quiebra y el banco se queda con todos los pisos de una promoción que no se habían vendido todavía. Meses después llegan los primeros problemas, porque la entidad financiera no paga las cuotas de comunidad que le corresponde y los vecinos tienen que hacerse cargo. Cada vez más propietarios se quejan de estas situaciones.


Según un reciente estudio del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de España, la deuda que acumulan los bancos y cajas en este concepto asciende a 256 millones de euros en España, 14 en Castilla y León y tres en Valladolid. «Si esta situación se da después de uno o dos desahucios, el resto de vecinos pueden soportar esa carga, pero hay veces en las que el banco es propietario de una buena parte de los pisos, hay pocos vecinos y tienen que pagar todas las cuotas, hasta que llega un punto en el que no pueden mantener servicios como la limpieza o los ascensores por los impagos», asegura Salvador Díez, que desde finales del pasado año se hizo cargo de la Presidencia del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de España después de estar al frente del de Valladolid y Castilla y León.


A nivel global, las comunidades de vecinos deben en Valladolid unos 18 millones. Es decir, que la parte correspondiente a los bancos supone el 16,6 por ciento, el mismo porcentaje que en España. Otro 37 por ciento corresponde a deudas de constructoras y el 47 por ciento restante a los particulares.


¿Qué debe hacer una comunidad que se encuentre en esta situación? Díez lo tiene claro: denunciar. «Lo primero es intentar hablar con el banco y, si no hay solución, convocar una junta para acordar ir a juicio, porque el presidente nunca debe hacerlo por su cuenta». Eso sí, toca armarse de paciencia, porque este tipo de procesos «es lento», a pesar de que, según él, la sentencia a favor de los vecinos está garantizada.


Respecto a los pisos que se está quedando el conocido como ‘banco malo’, que posteriormente saca a la venta, los posibles compradores tienen que tener cuidado. «Hay que  incorporar a las escrituras de compraventa el certificado del estado de cuentas respecto de las cuotas de la comunidad, lo que resolverá el problema al comprador, que será consciente de la situación y negociará la solución que corresponda», aconseja el responsable del Consejo. Si el comprador no se da cuenta de ese detalle, podría verse obligado a pagar las cuotas pendientes del año en curso y las del anterior, tal y como está establecido en la Ley de Propiedad Horizontal. «En la mayor parte de los casos hemos detectado que la entidad financiera, consciente de su obligación, paga las cuotas que le corresponden».

Los administradores piden por carta a los bancos que paguen

El problema de los impagos de las entidades financieras está llegando hasta tal punto que el propio Díez remitió en enero una carta al presidente de la Asociación Española de Banca, Miguel Martín, en la que le transmitía su preocupación. «La falta de pago de las cuotas, tanto ordinarias como extraordinarias, se está prolongando en muchos casos durante meses e incluso años», se queja en la misiva.


Es más, el presidente de los administradores denuncia que incluso hay personas que han llegado a perder su vivienda por no poder afrontar los pagos extraordinarios que se derivan de las deudas de los bancos. «Se está generando un enorme malestar entre los propietarios y hay que tener en cuenta que en numerosas ocasiones han visto desahuciar de estas viviendas a sus vecinos de toda la vida, personas con cuyo esfuerzo económico se ha ayudado muchas veces a reflotar estas entidades financieras».


Estos impagos también redundan en el deterioro del edificio porque, al tener que hacerse cargo de las cuotas del banco, hay vecinos que dejan de pagar y los fondos no llegan para afrontar las reformas, dicen los administradores.