Los bomberos de la capital y la provincia realizan hasta media de docena de salidas algunos días como consecuencia de llamadas de alarma por la existencia de enjambres de abejas tanto en la vía pública como en edificios privados. Las abundantes lluvias de la primavera han ocasionado una mayor floración en el campo y eso, a su vez, ha generado que las colmenas tengan «hasta tres o cuatro» enjambres cuando en un año normal se produce «uno o ninguno». 

«En cualquier lugar». Desde la Asociación de Apicultores de Valladolid y desde los parques de bomberos de la capital y la provincia alertan de que los enjambres se forman en cualquier parte y desde comienzos de abril los han retirado de edificios, viviendas, árboles, huecos en muros, chimeneas, campanarios, incluso de los motores de los coches. En algunas ocasiones, se trata de pequeñas agrupaciones en torno a una abeja reina, mientras que en otros casos son enjambres realmente numerosos que ocasionan verdaderos problemas a los vecinos. 

La abundante vegetación ha hecho que las colmenas expulsen un mayor número de abejas reina que son las encargadas de forma los nuevos enjambres. «Los forman en apenas media hora», alertan desde el Cuerpo de Bomberos de Valladolid. La abeja reina se posa  en un lugar determinado y el resto de miembros la sigue de forma inmediata. 

En Valladolid se han creado dos unidades de intervención que se encargan de acudir hasta el lugar y proceder a recoger las abejas  siempre de la misma forma. Se coloca una caja de cartón precintada y con un cepillo se barre de forma suave a todos animales hasta el interior para su posterior traslado. «Hasta cinco o seis llamadas podemos tener todos los días como consecuencia de las abejas», avisan desde el Parque de Bomberos de Valladolid. 

Los efectivos incluso han realizado cursos de formación para conocer el proceso de actuación que deben llevar a cabo. Así, en el caso de que el enjambre se encuentre en el interior de los edificios los bomberos deciden matar directamente a los animales. «Se sellan con silicona porque no se pueden coger, aunque normalmente terminan saliendo por otra parte». En el caso de aquellos enjambres que están en el exterior, son los propios bomberos los que contactan con apicultores que se hacen cargo de los animales en sus respectivas colmenas.  

En el caso de la provincia, los Bomberos de la Diputación también realizan labores «todos los días» para evitar las molestias a los vecinos de las localidades. Este año, el número de picaduras ha ido en aumento durante los últimos meses debido tanto a estos enjambres como a las colmenas transportadas por los apicultores trashumantes que llevan sus colmenas de una Comunidad autónoma a otra aprovechando las mejores etapas de la floración. «Aquellas que son transportadas en camiones y luego se colocan en determinados puntos tienen muchos más problemas», apuntan desde la asociación.  

La sobreproducción de abejas existente este año como consecuencia de las abundantes lluvias está ocasionado incluso que los apicultores locales tengan problemas para acumular más colmenas. El Servicio de Bomberos de la Diputación está teniendo serios problemas para guardar las abejas que recoge de los enjambres, ya que los apicultores no tienen más espacio donde guardarlas. «Para tener más abejas es necesaria la compra de más material y resulta muy caro. Por eso, algunos apicultores están incluso rechazando más enjambres, aunque los bomberos los ofrezcan de forma gratuita». 

De esta forma, se está generando un problema, ya que los bomberos de la Diputación ni siquiera saben qué hacer con los animales. 

Los efectivos de la institución provincial han tenido que intervenir en numerosos puntos de la provincia, desde el pasado mes de mayo, tanto en el interior de viviendas como en espacio públicos o en plena calle. 

Los lugares más inverosímiles son buenos para que las abejas reina comiencen estos nuevos asentamientos. Los bomberos han tenido que intervenir debido a las alarmas recibidas en la mayor parte de las ocasiones por parte del Servicios de Emergencia 112 de Castilla y León. El motor de un coche, en el interior de las piedras de una iglesia, en una vivienda, debajo de una mesa camilla, en un garaje, en las ramas de un árbol... Son muchos los lugares donde han tenido que intervenir. Al igual que los equipos de bomberos de la capital, en la provincia el procedimiento es similar, ya que también se coloca una caja de cartón para su transporte y se barren con un pequeño cepillo para introducirlas en su interior. 

En el caso de la provincia, algunos miembros de la Asociación de Apicultores llevan varios meses colaborando con los efectivos de bomberos en la retirada de los enjambres para transportarlos hasta sus propias colmenas. Desde el servicio de la institución provincial están en permanente contacto con ellos para informarles de las diferentes actuaciones que se realizan en los pueblos. «Nosotros vamos con ellos y en muchas ocasiones cogemos directamente las abejas para nuestros panales». 

De esta forma, se evita en gran medida que muchos vecinos de los pueblos tengan que sufragar el coste de las actuaciones de los bomberos. Son muy variadas, dependiendo de los lugares donde tengan que intervenir. Aunque en algunos casos es relativamente sencillo, en otros la ubicación de los enjambres hace que tenga que trasladarse un camión con escalera o incluso colgarse de la pared para retirar las abejas. En el caso de que se encuentren en una vivienda, los propietarios tienen que hacer frente al coste del trabajo de bomberos. «Por eso, vamos nosotros para evitar que tengan que pagar ese coste porque lo hacemos de manera completamente altruista. En vez de tener que acudir los bomberos, vamos nosotros y en muchas ocasiones nos traemos incluso las abejas para hacer el servicio de forma completa». 

miel. La única ventaja de este año con respecto al anterior por el aumento de las abejas será la producción de miel. Los apicultores recuerdan que el verano pasado perdieron muchos animales debido al sofocante calor de los meses de primavera y la acuciante sequía que tuvieron que soportar. Fue un año con muchas muertes de abeja debido a la falta de alimento, pero este año está ocurriendo todo lo contrario. Las abejas han tenido una excelente primavera, donde han podido polinizar de la mejor forma posible para alimentar a las colmenas. 

El aumento de la floración está ocasionando que las abejas tengan alimento de sobra para la generación de miel y se puede cubrir de esta forma las pérdidas generadas durante el pasado año, cuando la producción fue prácticamente inexistente.