El Serla ya ha tramitado más conflictos que en todo 2017

David Alonso
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El Servicio de Relaciones Laborales ha tramitado hasta octubre 246 casos frente a los 215 de todo el año pasado, aunque, con la excepción de Vestas, el número de trabajadores en huelga cae a mínimos históricos

Fuerte dicotomía en el mundo empresarial de la Comunidad. Dos caras de una misma moneda que dibujan una realidad diferente a la percibida. Si por una parte la conflictividad laboral en Castilla y León ha repuntado durante el primer semestre con más disputas entre empresa y trabajadores que en todo el año pasado, por la otra, el número de empleados que entre enero y junio han secundado algún tipo de huelga ha caído a mínimos históricos. Todo ello, claro está, sin contar con el ciclón de la crisis de Vestas, que ha mantenido a los más de 350 trabajadores de la fábrica leonesa en paro indefinido durante más de un mes. A expensas de esto, las cifras revelan la intensa actividad a la que se ha visto expuesto el Servicio Regional de Relaciones Laborales, que en lo que va de año ya ha tramitado 246 expedientes, cuando en todo 2017 el Serla medió en 215 conflictos. «Esperamos acabar el año por encima de los 300 casos, casi cien más que el curso anterior, lo que revela que la conflictividad laboral va en alza», destaca el secretario de Acción Sindical de CCOO, Fernando Fraile.

Además, del total de expedientes gestionados por el Serla, 72 fueron procedimientos que podían desencadenar en una huelga, de las que finalmente solo se produjeron diez, cuando en todo el año pasado las amenazas de paro que llegaron al ente regional no pasaron de las 58.«Es evidente que hay más conflictividad laboral, lo que pasa que las empresas que este año han ido a la huelga son de menor tamaño», sostiene Fraile, que por otra parte también reconoce que durante el primer semestre los contactos entre sindicatos y patronal para la firma del IVAcuerdo de NegociaciónColectiva y Empleo templaron los ánimos.
Un apunte, éste último, al que también se suman desde Cecale, que sostiene que los acuerdos para la Negociación Colectiva «han ahondado en la función que tradicionalmente han venido desempeñando en nuestra región el diálogo y la concertación social en la reducción de la conflictividad laboral y, en definitiva, en consolidar un clima de paz social».

Sin embargo, a pie de calle, la decena de huelgas registradas han tenido muy poco seguimiento durante el primer semestre. O al menos eso se desprende de los datos que maneja el Ministerio de Trabajo, que refleja que entre enero y junio el número de trabajadores que secundaron alguna huelga en la Comunidad rozó los 1.665, dos mil menos que un año antes y la tercera cifra más baja desde 1986 -primer año con cifras oficiales del Ministerio-. Todo ello a pesar de que la diferencia en el número de huelgas respecto a enero-junio del año pasado es de dos. Aún así, solo en 2011 y 2003 hubo menos empleados de la región participando en algún tipo de paro como método de protesta. «El número de empleados que van a las huelgas va en función del tipo de empresas que llegan a esta situación, no es lo mismo un paro en una firma de 10 trabajadores que en una de mil», matiza el secretario de Acción Sindical de CCOO.
Sin embargo, el gran desplome se ha registrado en el número de jornadas de trabajo perdidas durante las huelgas, que apenas alcanzó las 900, cuando durante el mismo periodo del año anterior rondaba las 6.700. Hay que tener en cuenta que el Ministerio no contabiliza las huelgas de duración inferior a una hora, las que se refieren a actividades no productivas como huelgas de estudiantes, de consumidores, etc.