Vuelve el género Gellida

Óscar Fraile
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El escritor vallisoletano César Pérez Gellida publicará el 5 de marzo 'Khimera', un 'thriller' ambientado en un futuro «cercano y reconocible»

Dice César Pérez Gellida (Valladolid, 1974) que el sociópata Augusto Ledesma, uno de los protagonistas de su trilogía ‘Versos, canciones y trocitos de carne’, tiene algo de su ADN. Como todos los personajes que crea un autor. Afortunadamente, esa cercanía tiene más que ver con los versos y las canciones que con los trocitos de carne.


Pero quizá haya algo más. El gusto por las emociones fuertes. Por la adrenalina que supone abandonar su asentada carrera como director comercial en varias empresas para dar un salto al vacío y dedicarse a la literatura. Un cambio radical que supuso en 2011 trasladarse junto a su familia a Madrid y comenzar una rutina que le lleva a levantarse todos los días entre las cuatro y las cinco de la mañana para ponerse a escribir. «Soy muy metódico», reconoce.


El tiempo le ha dicho que esa ‘locura’ mereció la pena, pese a que reconoce que ha bajado «dos, tres o cuatro escalones» en sus condiciones salariales. Con todo, Pérez Gellida pertenece a ese selecto club, cada vez más exclusivo, de personas que pueden vivir de la literatura. «Se cobra poco, tarde, hay que pagar impuestos y al final te queda, más o menos, 1,20 euros netos por cada ejemplar vendido», explica.


El escritor vallisoletano recuerda que todo empezó en una lucha titánica contra el insomnio. Su arma para derrotarlo era el teclado, sus historias. Pero una de ellas comenzó a adquirir tal dimensión que empezó a plantearse su publicación. Quizá esas cuatro paredes se quedaban pequeñas para contener el ego y el narcisismo de Augusto Ledesma. Un ego que hoy descansa en miles de mesillas de noche y estanterías de los hogares españoles. El propio Pérez Gellida calcula que el número de ejemplares que se han puesto en el mercado de estos tres libros ronda los 90.000.


Para escribir ‘Memento Mori’, ‘Dies irae’ y ‘Consummatum est’, el autor fue fiel a su filosofía de seguir dibujando una historia en el mismo punto donde la dejó el día anterior, sin un final que condicione el camino. «No quiero tenerlo en la cabeza, porque acaba condicionándote la trama», dice. De hecho, en ‘Memento mori’ llegó a escribir tres desenlaces diferentes cuando llegó el momento de hacerlo.


Un sistema de trabajo que le ha servido para crear obras que cuentan con el respaldo del público y de la mayor parte de la crítica. Toda una responsabilidad de cara a sus próximos trabajos, pese a que Pérez Gellida prefiere mantener cierta distancia respecto a la crítica. «Me aplico mucho una frase que leí de Rudyard Kipling: ‘Al éxito y al fracaso, esos dos impostores, trátalos siempre con la misma indiferencia’».


Su reto más inmediato es Khimera, un thriller futurista ambientado en los años 2037 y 2054 que verá la luz el próximo 5 de marzo. «Me llamaba mucho la atención poder dibujar el futuro yo solo, tener la posibilidad de no ceñirme a un escenario», explica.


Eso sí, que nadie espere nada vinculado con la ciencia ficción, porque se trata de una futuro «realista» basado en la búsqueda de un personaje que participa en una contienda bélica en el año 2037. Un conflicto que se libra en el ámbito cibernético, tal y como la realidad actual deja entrever.

Para construir la historia Pérez Gellida ha vuelto a realizar un vasto trabajo de documentación en campos como la medicina y las telecomunicaciones. «El primer paso para mí siempre es buscar expertos que sepan de la matería, por ejemplo, en la trilogía conté con la ayuda de un inspector de Homicidios en activo que me pone en contacto con la realidad», asegura. Tan comprometidos son algunos de esos ‘asesores’, que no podrán salir en los agradecimientos de Khimera por motivos de seguridad. «Son personas que pertenecen al Centro Nacional de Inteligencia y que trabajan en empresas de seguridad».


Pérez Gellida también señala que el mundo que ha creado en su nueva novela «tiene que ver con todas esas tendencias ‘transhumanistas’ que estamos viendo hoy en día». Un término que se refiere a los límites que se deben poner, o no, en el avance de campos como la Medicina. Justo cuando la ética entra de lleno en el debate. «Eso, trasladado al mundo de la tecnología, lo que hace es que estemos en un proceso que yo denomino‘tecnofagia’, es decir, que la propia tecnología se come el desarrollo del ser humano porque avanza mucho más rápido de lo que podemos asimilar». Un drama nada extraño para cualquiera que se pare a reflexionar sobre las últimas décadas. «Desde luego, yo no pinto un futuro calamitoso, aunque es distinto, porque ha evolucionado a consecuencia de un cambio geoestratégico, otro político, una crisis de valores, económica y de población», explica Pérez Gellida. «Hay muchos factores que hacen que este futuro del 2054 sea reconocible para el lector, pero a la vez sea distinto», añade.


Con 40 años recién cumplidos, este vallisoletano, que convirtió su ciudad natal en el escenario de su primera novela, tiene claro que seguirá escribiendo historias «distintas, que supongan un reto en la documentación» y que lleven su sello, su estilo. Un estilo que algunos ya elevan el ‘género Gellida’. Un ‘género’ forjado novela a novela, paso a paso. El próximo, el 5 de marzo.