El cierre de camas en los meses de verano no tiene marcha atrás. Este año serán 553 en el mes de julio y 556 en agosto, cifra que bajará a 414 durante el mes de septiembre, según los datos facilitados por Sacyl, adicionales a las no operativas todo el año. Unas cifras similares a años anteriores. El consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado, califica el debate de estéril al tiempo que entiende que sería «absurdo» disponer de todas las camas operativas cuando se conoce que «no se han necesitado ni se van a necesitar en las próximas semanas». Por parte de la Junta, un tema zanjado, aunque los sindicatos hayan hecho de él una de sus banderas este verano.
El número de camas cerradas representa el 7,8 de todas las operativas en los hospitales de la Comunidad, aunque cada centro programa estas reservas según su necesidades. En este cómputo no se contabilizan las camas que en distintos hospitales tienen cerradas durante todo el año, sino solamente las del operativo estival.
Desde el Servicio de Salud de Castilla y León, Sacyl, destacan que «la capacidad de respuesta y el funcionamiento de un hospital cada vez se evalúan menos por sus datos de estructura y más por sus resultados». Esta afirmación la sostiene en los cambios experimentados en los últimos años en el sistema sanitario, tales como la disminución de la estancia media (en 2013 se sitúa en 7,4 días), el aumento de los procesos ambulatorios (67,241 operaciones ambulatorias, equivalente a necesitar 736 camas más de haber utilizado la hospitalización) o la puesta en marcha de las unidades de convalecencia en residencias de mayores, que esperan que también reduzca las necesidades.
Incluso el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, defendió en un acto con las sociedades científicas de Castilla y León el cierre de camas en periodo estival, en el que la ocupación cae hasta el 60 por ciento, como una forma de mejora de la gestión y búsqueda de la eficiencia en la sanidad pública.
Menos sustituciones. En este sentido, Sacyl apunta que la finalidad de estas medidas de gestión de las camas y unidades pasa por la reducción de las sustituciones. «Si no vamos a utilizar esas camas no precisamos tener activados todos los recursos, incluidos los contratos de sustitución», explican.
La mecha de las protestas por el cierre de camas arrancó este año en el hospital del Bierzo, donde se decidió dejar sin uso 36. Sacyl justifica esta decisión en un repaso a la ocupación histórica, donde la media de unidades libres era de 96 durante los meses de julio, agosto y septiembre. La protesta se ha extendido también a Zamora, donde UGT lanzó una marcha de protesta hasta Valladolid, que culminó el pasado viernes denunciando el cierre de 180, aunque Sanidad sólo contabiliza 36 en sus previsiones de reserva para este verano. El resto se refieren a los planes de ocupación de todo el año.
Otro de los argumentos esgrimidos por Sacyl es que la ocupación media de las camas hospitalarias fue en 2013 del 75,34% (78,6% de media nacional), es decir que el 25 por ciento quedaron libres.