Hace casi dos meses y la Policía aún sigue sin contar con una pista fiable para resolver la violación de la joven de 29 años en el parque de Las Villas. La prioridad es máxima pero, tal y como explican fuentes cercanas a la investigación, «es un caso muy complicado». Por ahora no se cuenta con mucho más que la descripción física que hizo la víctima, una muestra de ADN y las grabaciones de cámaras de toda la zona que no han dado resultados concluyentes.
La joven habló de un hombre de unos 45 años con un acento «raro» por lo que, desde el primer momento, se ha pensado en que tenía que ser alguien extranjero. Al principio, la investigación apuntó a alguien de Europa del Este, pero el retrato robot efectuado con la descripción que hizo la víctima, así como posteriores declaraciones dirigieron la investigación hacia un ciudadano sudamericano. Lo que también se descartaba desde un primer momento es que pudiese ser obra del ‘violador del ascensor’ o del asesino de Olga Sangrador, los dos delincuentes excarcelados meses atrás. La descripción, en los dos casos, no coincidía.
El problema, según detallan las mismas fuentes, es que la Policía no ha dado con nadie en toda la ciudad que pudiera coincidir con el retrato robot hecho por la chica. Además, el obvio incremento de la vigilancia que se produjo en toda la zona sur a raiz de este caso, por si pudiera volver a actuar, no ha dado sus frutos, a pesar de ser una «conducta muy habitual» entre los violadores.
Además, la joven tampoco le ha identificado entre las decenas de fotos que le han mostrado los investigadores. Ni entre fichados por delitos sexuales ni entre otros delincuentes.
Así las cosas, rápidamente, los agentes encargados del caso en la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Valladolid empezaron a sospechar que ya no estaba en la ciudad, que pudo irse para evitar el arresto, actitud ésta que solo encajaría con alguien sin arraigo en la Valladolid. O bien, y aquí es donde aparece la última hipótesis de trabajo de la Policía, que el agresor fuese, en efecto, un delincuente, pero de paso. Así, las fuentes consultadas por El Día de Valladolid, apuntan que ahora se ha abierto la puerta a que el violador fuese un preso, internado en algún centro penitenciario de otra ciudad y que, para pasar desapercibido, eligiese Valladolid para disfrutar de su permiso de fin de semana. Actuó en la madrugada del viernes 1 de agosto y luego se esfumó.
Esta hipótesis se refuerza en el hecho de que la Policía tampoco ha recibido ni una sola denuncia que haga pensar que el violador había vuelto a actuar o, al menos, a acechar a alguna otra joven. «No ha habido ningún caso similar», confirman estas fuentes.
El caso del Campo Grande. Porque lo que sí que se encuentra completamente descartado es que el violador de Las Villas pueda ser el mismo hombre que el pasado 6 de septiembre trató de abusar de una niña de diez años en pleno Campo Grande. «Son casos que no tienen absolutamente nada que ver», enfatizan. En este último caso, la investigación también continúa abierta, sin que hayan trascendido nuevos datos.