La Junta reorienta la I+D agraria para rentabilizar y agilizar las investigaciones

SPC / Valladolid
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La Consejería de Agricultura pone en marcha un nuevo modelo de I+i para desarrollar proyectos innovadores «a la carta»


La consejera de Agricultura y Ganadería de la Junta, Milagros Marcos, anunció ayer la puesta en marcha de un nuevo modelo de investigación e innovación (I+i) con el objetivo de mejorar la competitividad del sector agrario y agroalimentario de la Comunidad para garantizar su rentabilidad en un mercado cada vez más globalizado.

Marcos aseguró que se trata de aprovechar todo el talento y la capacidad de investigación que tiene la Comunidad, tanto en centros y universidades públicos, como en manos de la empresa privada, para ponerlo al servicio del sector primario. «Tenemos la obligación moral y la necesidad real de mejorar la competitividad de nuestro sector primario, ya que si no lo hacemos otros ocuparán nuestro lugar», aseveró.

La consejera aseguró que el objetivo es eliminar las dificultades con las que se encuentra ahora cualquier emprendedor que quiera desarrollar una proyecto de investigación, y argumentó que el nuevo modelo busca desarrollar proyectos de I+i «a la carta» en función de las necesidades del productor, de la demanda del mercado y aprovechando de forma eficiente todos los recursos.

Marcos explicó que para conocer las necesidades en I+i su departamento ha mantenido en los últimos meses más de un centenar de entrevistas con empresas y representantes del sector agrario, en las que han participado pequeñas y grandes compañías, el clúster Vitartis, cooperativas, asociaciones de artesanos, cámaras de comercio y organizaciones agrarias. Como consecuencia, se han establecido 92 programas de investigación e innovación agrupados en cinco áreas: agricultura, ganadería, industria agroalimentaria, biomecánica, y tecnologías de la información, según informa Ical.

Al mismo tiempo, desde la Junta se elaboró un mapa con los centros y recursos de investigación disponibles en la Comunidad, tanto los de las propias consejerías como entre los centros científicos de las nueve universidades, sin olvidarse de organismos estatales como Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Agroalimentaria (Inia) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

«Se trata de organizar y dirigir las capacidades de la I+i hacia la verdadera demanda, iniciada por los agricultores, ganaderos e industrias del sector; de coordinar todos los instrumentos y herramientas; de aprovechar el talento y ponerlo a disposición del sector para mejorar su competitividad. En definitiva, pasar de un modelo de capacidades de investigación atomizadas y con objetivos individuales a un esfuerzo coordinado motivado por la demanda real del sector, creando a su vez consorcios y equipos más competitivos a la hora de tener peso en los principales programas de I+D+i nacionales y europeos», afirmó Marcos.

La consejera, que resaltó que la I+i se aplicará a toda la línea de producción, empezando por el agricultor y el ganadero, para acabar con los procesos de comercialización de la industria, también comentó que se deben aprovechar la financiación pública que tanto la UE como el Gobierno y la propia Junta contemplan para proyectos innovadores. Sólo la Consejería de Agricultura contempla líneas de ayuda por un montante de 40 millones de euros hasta el 2020.

El nuevo modelo está alineado a los principales planes de I+D+i que están vigentes, tanto con la Estrategia Europea 2020 para la Investigación y la Innovación Agraria; con la Estrategia Española de Ciencia y Tecnología 2013-2020, y a nivel autonómico se desarrolla a partir de la Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3).