Como en los últimos veranos, el Real Valladolid, más concretamente su director deportivo, Braulio Vázquez, está en pleno casting de entrenadores. Y los primeros nombres ya están encima de la mesa. Algunos son de sobra conocidos. Otros siempre salen como posibilidades. Y algunos, tras sus buenas temporadas, entran con fuerza en la pugna.
Desde el mismo momento en el que acabó la temporada, y antes de que Braulio le comunicase a Rubi que no seguiría como entrenador la segunda campaña de su contrato, ya empezaron a vincularse a dos viejos conocidos con la entidad pucelana. Mendilibar y Djukic, deseados por el entorno después de sus éxitos pasados al frente de la nave, fueron los primeros en colocarse como relevos del técnico catalán. Pero no los únicos. Luego llegó Quique Setién, Eusebio, Luis César Sampedro, Caparrós... la lista no tiene final.
Mendilibar, artífice del meteórico ascenso en la temporada 2006-07, tiene muchas ganas de entrenar después del fiasco en el Levante la pasada temporada. El de Zaldibar estuvo de 2006 a 2010 en el Real Valladolid y, aunque fue despedido por Carlos Suáez, siempre se ha mantenido una buena relación entre ambos. El problema es que el Eibar también le quiere y desde tierras guipuzcoanos se asegura que el acuerdo, por dos temporadas, es ya un hecho (a falta de cerrar el finiquito con Gaizka Garitano). Además, con Mendi llegarían a Ipurua Iñaki Bea y Toni Ruiz.
Djukic fichó en 2011 por el Real Valladolid, logró el ascenso y mantuvo a los blanquivioleta en Primera. Se fue al Valencia, donde coincidió con Braulio, aunque fue despedido. La temporada pasada intentó salvar, cuando ya era casi imposible, al Córdoba. Vive en Valencia, mantiene buena relación con Valladolid, aunque el problema radica en que el presidente, Carlos Suárez, y su representante, Carlos Bucero, rompieron todo tipo de vinculación. Su opción no es mal vista por nadie.
Quique Setién ya ha hablado públicamente en varios medios vallisoletanos. «Sé que estoy encima de la mesa, supongo que con otros tantos entrenadores», dijo ya hace una semana en la Ser, confirmando que Braulio había recabado información sobre su figura con gente afín a ambos. Tras seis años en Lugo, espera una oferta y un banquillo, y varios clubes de Segunda ya se han interesado por él (el Mallorca, entre ellos). Su estilo de juego no ha variado desde que comenzó a dirigir allá por 2001 en Santander.
Eusebio Sacristán y Rubén Baraja son dos clásicos, de la casa aunque con condicionantes diferentes. El primero prácticamente ha desarrollado toda su carrera como entrenador en el Barcelona, salvo una incursión en el Celta en 2009. Este año fue despedido cuando el filial azulgrana empezaba su caída libre. El segundo se despidió a principios de esta semana del juvenil del Valencia, donde llevaba entrenando desde julio de 2013. Se habla de que puede seguir en la entidad ché como director deportivo, que interesa a Rafa Benítez como ayudante en el Real Madrid...
Luis César Sampedro tiene un año más de contrato con el Albacete, club que le ha ofrecido otros dos, pero el técnico no lo tiene claro. Está de vacaciones y no se ha sentado a negociar aún, aunque en la entidad manchega esperan convencerlo. Estuvo en Zorrilla en el encuentro del play off de ascenso ante Las Palmas.
Joaquín Caparrós siempre es un fijo en cualquier quiniela. Con una amplia experiencia en los banquillos (Sevilla, Deportivo, Athletic o Mallorca), no pudo acabar la pasada campaña en Granada. Ahora está sin equipo, barajando ofertas.
A esta lista se podrían sumar Fran Escribá, muy cerca del Getafe; o Gaizka Garitano, tras abandonar el Eibar.
La solución a este baile de nombres o casting no se conocerá antes de la próxima semana. Antes se debe cerrar el acuerdo con Rubi.