A falta de tan solo tres días para la decisiva Asamblea nacional de la Candidatura de Unidad Popular, parece que al todavía president, Artur Mas, le toca sufrir, y mucho. Yes que la organización juvenil independentista Arran, integrada en la CUP-Crida Constituent, emitió ayer un comunicado de rechazo a la investidura de éste por ser un «freno» para el independentismo catalán y «sinónimo» de «impunidad ante la corrupción», «recortes» y «precariedad de las clases trabajadoras».
Arran entra así en un debate abierto ya públicamente por otras organizaciones integradas en la CUP, como Endavant y Poble Lliure, que de cara a la reunión que la formación antisistema celebrará el próximo domingo ya mostraron diferencias respecto a la posibilidad de dar su apoyo al líder convergente, un asunto sobre el que algunos jefes radicales admiten que puede «fracturar» al partido, que no quiere ser, de alguna manera, cómplice -como hizo ERC como socio- de la nefasta gestión social del barcelonés durante sus cinco años en el poder, en los que llegaron a detectarse casos de malnutrición en niños.
Así, Arran publicó una nota bajo el título ¡Hasta nunca, Mas!, en la que se alinea con Endavant a la hora de rechazar al conservador.
En un tono duro, los jóvenes lamentan «el clima de ataques y presiones sobre la CUP y todo el movimiento de la izquierda independentista y de la unidad popular». De hecho, esta formación está soportando desde hace casi dos meses ataques constantes en la red, así como manifestaciones, convocadas principalmente por la ANC -uno de los pilares de Junts pel Sí-, en las que, de rebote, se les insta a plegarse a las exigencias de Mas, que no da su brazo a torcer, aunque, a veces, dé la impresión de que podría tirar la toalla. El próximo sábado, miles de personas increparán a los de Baños.
Mientras, desde el mundo empresarial, siguen llegando malas noticias para CDC. Tras una nueva fuga -la cadena Único Hotels-, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, consideró «imposible» la suma de Junts Pel Sí y la CUP porque ambos planteamientos son «incompatibles». Una posible investidura del convergente duraría «muy poco». De la misma opinión es el líder de Unió, José Antonio Durán i Lleida:«Si fuera empresario, no invertiría con un Gabinete de la Candidatura de Unidad Popular».
Por otra parte, la Generalitat está siguiendo las órdenes de Hacienda para beneficarse del FLA, concretamente en lo relativo a las facturas electrónicas.