La economía de Castilla y León vuelve a desacelerarse en el tercer trimestre del año y registra un avance entre julio y septiembre del 3,1 por ciento, tres décimas menos que en el anterior trimestre. Un retroceso en el crecimiento del PIB autonómico capitalizado por los malos datos de la industria y el sector servicios. En el caso de la primera se deja 1,4 puntos respecto al segundo trimestre, hasta certificar un avance del 1,7 por ciento, el más bajo de los cuatro sectores productivos. Tal y como explicó la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, esta mañana durante la presentación de la Contabilidad Regional, las ramas manufactureras han presentado un "mal comportamiento" cayendo un 2,4 por ciento respecto al trimestre anterior. En el caso de los servicios, la desaceleración es menor, con una pérdida del 0,1% por el retroceso de su componente de mercado. El sector primario también retrocedió siete décimas hasta el 11,7 por ciento, y la construcción es el único que mejora sus cifras respecto al periodo abril-junio, repuntado dos décimas hasta el 2,9%.

"Hemos registrado una desaceleración pero estamos creciendo por encima del tres por ciento", ha explicado la consejera, que ha recordado que el avance del PIB autonómico está por encima de las previsiones de la Junta para este año, que estimaron un crecimiento del 2,7%. "Está siendo un buen año para la economía de Castilla y León", apuntó Del Olmo, que achacó las cifras negativas del sector exterior (-0,3%) al anuncio del Gobierno de limitar la venta de vehículos diésel. "La automoción es un sector muy importante para nosotros", añadió la consejera.

Por último, durante el tercer trimestre el empleo en la Comunidad creció un 0,5 por ciento, casi tres veces menos que el trimestre anterior, lo que supuso 5.377 puestos de empleo nuevos equivalentes a jornada completa.