Francia, defensor del título, dio ayer un paso de gigante para clasificarse para la final de la Copa Davis al acabar la primera jornada de la semifinal contra España que se disputa en el estadio Pierre Mauroy de Lille con ventaja de 2-0, gracias a los triunfos de Benoit Paire y de Lucas Pouille, sobre Pablo Carreño y Roberto Bautista, respectivamente.

En el primer encuentro de la serie, el ‘número uno’ del combinado de Sergi Bruguera dispuso de tres bolas de set en el parcial inicial, dos en el noveno juego (5-4), con servicio del galo, y otra luego con el suyo propio, pero las desperdició. Y ahí prácticamente se acabó el partido para el gijonés.

Con la lógica euforia de los casi 14.000 aficionados que presenciaban el choque, el debutante Paire, que había dado una pobre imagen hasta los errores de su rival, cometiendo hasta nueve doble faltas, se lanzó hacia la victoria y enlazó nueves juegos consecutivos para apuntarse el primer parcial por 7-5 y luego el segundo por 6-1.

Para complicar aún más el encuentro, el español se resintió de sus molestias en el aductor izquierdo, las mismas que le obligaron a retirarse en la segunda ronda del US Open. Tras ceder el segundo set, Julián Casanova, el fisio del conjunto español le vendó el muslo al asturiano para sujetar la zona. Pero de poco sirvió la medida. 

Controlado el enfrentamiento, el tenista local ya jugó más suelto y Carreño hizo lo que pudo para no retirarse, pero no pudo impedir que el francés le hiciera un 6-0 para cerrar el encuentro y dar el primer punto de la eliminatoria a su país. 

La derrota del gijonés dejó todo en manos de Bautista, pero el ‘número dos’ español, aunque batalló durante casi cuatro horas con Pouille, cayó también, en cinco sets en una disputada batalla, donde el francés supo templar mejor los nervios en el decisivo quinto set. 

 El castellonense, con una derecha afilada y agresiva, arrancó el choque llevándose con autoridad el primer set. Pero, tras ese esperanzador 6-3, su rival mejoró y sus golpes empezaron a hacer más daño hasta llevar la segunda manga a un ‘tie-break’ que cayó de su lado, entre el delirio de la afición local.

El golpe no pareció afectar a un Bautista que volvió a dominar y a coger una ventaja inicial en el tercer parcial antes de entrar en un ‘agujero negro’. Pouille no lo desaprovechó y le endosó cinco juegos seguidos que le ayudaron a poner el partido muy cuesta arriba para el español. Pero el levantino se levantó del golpe para empatar un choque se iba a decidir en el quinto y definitivo ser. Ahí, pese a que las fuerzas ya no eran las mismas, los dos tenistas ofrecieron un gran nivel, pero Pouille manejó mejor la situación en los momentos decisivos.