Daniel García: «Hay que sacudir todas las alfombras del Ayuntamiento»

M. Rodríguez
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Entrevista al candidato a la Secretaría General de Podemos en Valladolid

Daniel García, candidato a la Secretaría General de Podemos en Valladolid - Foto: Ical

Daniel García lidera la candidatura al Consejo Ciudadano de Podemos en Valladolid. Con una lista de 20 miembros, bajo el título ‘Sí Podemos’, García defiende que es un grupo de gente muy preparada, de muchos ámbitos y que es la opción que mejor puede ayudar, junto con los círculos, a transformar la ciudad. Valladolid tiene el Consejo Ciudadano más grande de Castilla y León, y figura entre los quince más importantes de España.

¿Cómo será la estructura del Consejo Ciudadano?

El número de integrantes va en función del número de los inscritos en Valladolid. Aquí tendremos un Consejo Ciudadano de 21 personas, de los que uno será el candidato a secretario general. Al Consejo también se presenta gente a nivel individual. En total hay 28 candidatos, 21 de Sí Podemos y siete a nivel individual.

¿Por qué la opción de presentarse a nivel individual?

El único requisito para poder presentarse a la Secretaria General o al Consejo Ciudadano es estar inscrito en Podemos. Para eso ni siquiera hay que pagar una cuota, sólo hay que firmar un compromiso ético. El método que ofrecemos a la ciudadanía es lo más participativo posible.

¿Qué propuestas presentan para aplicar en Valladolid?

Al presentar la candidatura como secretario general también debía presentar un documento político y organizativo, pero no es un programa electoral. Eso se hará a partir del 2 de enero, cuando tengamos la estructura definida. Aunque ya hay gente de diferentes áreas trabajando en él. Al margen de esto, nuestra propuesta principal es un plan de rescate.

¿Qué implicaría ese plan de rescate en Valladolid?

Es básico realizar una auditoría ciudadana de la deuda en el Ayuntamiento. Cuando uno va a una casa lo primero es ventilar, abrir las ventas y sacudir las alfombras. Hay que saber en qué se ha gastado el dinero, cómo se ha gastado y cómo estamos realmente. Tenemos un déficit de transparencia y de participación en los presupuestos. En este país nos enteramos de en qué se gasta el dinero cuando hay grandes fiascos, como Meseta Ski, o por hechos consumados como el ascensor de la catedral, con un coste de un millón de euros, que se podían destinar a cosas mejores como ayudar a las personas que Cáritas señala que lo están pasando mal. También queremos hace un plan de choque para erradicar la pobreza.

Habla de programa electoral, ¿pero han decidido ya si se van a presentar a las municipales?

El día 2 de enero tendremos una estructura a nivel municipal y podremos formalizar las reuniones con los distintos actores de la sociedad, ya sea en candidaturas o plataformas de ciudadanos. En todo caso, la última palabra respecto a los pactos pre y poselectorales la tiene la Asamblea Ciudadana de Valladolid. Eso sí, tenemos líneas rojas infranqueables como son las listas abiertas, la no financiación por los grandes bancos, el método de hacer política, la apertura o la transversalidad. No formaremos parte de una sopa de siglas, ni nos vamos a reunir en un despacho para hacer un reparto de puestos, ni formar una candidatura de unidad de la izquierda. Queremos una candidatura de unidad popular, transversal y para la mayoría social.

¿Entonces prefieren la agrupación de electores o la opción de Ganemos?

La propuesta estatal es que de manera prioritaria la opción sea una agrupación de electores, pero tenemos que hablar y reunirnos con ciertos actores y plataformas de Valladolid.

Una vez tomada esa decisión hay que elaborar el programa. ¿En las municipales pesarán más las demandas concretas de los barrios que los planteamientos generales de regeneración política?

La experiencia del 15-M y las mareas ha provocado una transformación en la manera de hacer política y en la manera de afrontar la gente estas reivindicaciones. Hay una transformación en lo de qué hay de lo mío porque una gran capa de la sociedad lo ha pasado mal, y la gente empieza a ver que lo común es lo de todos.

¿Y cómo conseguirán que en su lista no se cuele gente por interés particular?

La mayoría de la gente en Valladolid es honrada y no queremos entrar en el juego de que todo el mundo roba. Cuando viene alguien no se le pide el carné, sólo se pide que haga una defensa de los derechos humanos. Cuando hay conflictos hay una Comisión de Garantías Democráticas que es la que decide si las actuaciones no se adecuan a los principios éticos que rigen en Podemos.

El alcalde dijo a Podemos que «si empezamos a ir todos de puritanos vamos a encontrarnos con sorpresas».

También ha dicho que si entrásemos en el Ayuntamiento saldría corriendo y nos encantaría. Pero unos representantes políticos, que ante una ciudadanía que se organiza desde abajo, responden con amenazas y con miedo, y no con argumentos, dice mucho de lo que están dispuestos a discutir. Aquí no nadie va de pureza, sencillamente somos ciudadanos. Y a nadie se le ocurriría en Podemos tener esas actitudes machistas, prepotentes y tratar así a los adversarios.

Óscar Puente también critica que no conoce ni su programa, ni sus intenciones en Valladolid.

Si los dos grandes partidos nos atacan tanto quiere decir que algo estamos removiendo y que era muy necesaria esta manera de hacer política. Lo que dice Puente es un poco lo mismo: el miedo. Saben que sabemos. Le invito a debatir sobre ideas y programas. Nosotros no vamos a arreglar Valladolid pero tenemos un compromiso de cambio.

¿Ese cambio es factible?

Sí. Se nota por la gente tan variada que se acerca a Podemos. Y todos coinciden en que esto no puede seguir así, que estamos en un momento histórico, de responsabilidad ciudadana y de cambiar las estructuras para hacer política de otra manera. Además, si este alcalde lleva 20 años en el cargo no es solo por sus méritos. Es también porque la oposición, habiendo hecho cosas bien, no ha sabido llegar a crear un grupo ciudadano que apueste por cambiar.

¿Y podrán con el conformismo  o  con un posible voto oculto a los mayoritarios?

Es muy difícil volver al conformismo cuando a la gente la están echando de sus casas, cuando hay un 25% de paro o cuando los servicios públicos están siendo demolidos. La gente puede estar triste pero no se conforma.

Una de las críticas que recibe Podemos es la inviabilidad de sus programas económicos. ¿Cómo gestionarían el Ayuntamiento con unos recursos económicos limitados?

Con prioridades. ¿Es una prioridad un ascensor de un millón de euros o una escuela taurina en Valladolid? A la hora de gestionar un presupuesto habrá que ver qué ingresos y gastos hay. Pero cualquier cargo de Podemos, si llegamos al Ayuntamiento, va a tener un compromiso respecto a su propio salario, como nos comprometimos en las Europeas.  

¿Tendrán tiempo para organizar su campaña electoral?

Nos gustaría tener más tiempo pero hemos demostrado que en Podemos somos muy eficaces. Y reivindicamos esa eficacia.