«No hay trabajo. La situación es límite». El presidente de Radiotaxi,  Roberto Merino, manifestó ayer que el sector del taxi está pasando por una etapa «muy mala» de trabajo. «No hay clientes para las 466 licencias». Así de contundente se mostró Merino, quien destacó que los trayectos que se realizan son menos que el año pasado. «Hemos tenido un noviembre muy malo». Por ello, desde Radiotaxi se ha propuesto al Ayuntamiento, quien dio ayer el visto bueno, una subida del 1,1 por ciento en los precios del taxi de cara al próximo año.  

De esta forma, la Junta de Gobierno dio el visto bueno a una subida de cinco céntimos para la bajada de bandera hasta llegar a los 1,70 euros. La percepción mínima será la única que no suba y se mantiene como el año pasado, en 3,20 euros. El precio del kilómetro recorrido pasa de 93 céntimos a 94 y la hora de espera para un cliente para de 19,20 euros a 19,30.

Estas tarifas y subidas se aplican todos los días del año desde las siete de la mañana a las once de la noche, aunque los festivos y las noches tienen otros precios más elevados.

También se aprobó, a la espera de que la Comisión de Precios de la Junta ratifique esta decisión, las tarifas interurbanas entre municipios. En este caso, las tarifas de bajada de bandera y percepción mínima son idénticas a las urbanas, pero el precio del kilómetro es de 1,03 euros.

La mayor subida en los precios de cara al próximo año ha sido para aquellos clientes que utilicen el servicio portando algún bulto o maleta. Aquí, el precio por el equipaje será de 55 céntimos para el año que viene, mientras que este año se situaba en medio euro.

El sector del taxi en Valladolid continúa dividido. «El sector crítico sigue existiendo y los taxis pasan muchas horas apartados en las paradas y eso fomenta los corrillos. Pero no hay soluciones mágicas. No hay trabajo para todos».  

Servicio intermunicipal. En referencia al servicio intermunicipal, Merino destacó que mantiene la esperanza que pueda entrar en funcionamiento durante el segundo semestre de 2016, ya que solo falta que el Ayuntamiento de Valladolid redacte el reglamento. «Tardará porque tienen que estudiarlo tanto los técnicos municipales como los servicios jurídicos. Pero espero que esté finalizado y pasado el plazo de alegaciones y con el visto bueno de la Junta antes del primer semestre de 2016».