La Confederación Hidrográfica del Duero prevé un embalse en el Cega para evitar nuevas riadas

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El organismo de cuenca estudia siete nuevas regulaciones de cauces y ultima los estudios técnicos para someterlos a información pública con el fin de desarrollar en 2015 los proyectos

Crecida del Cega a su paso por Viana en el mes de marzo, que causó destrozos en varias viviendas.

La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) propondrá la construcción de un pequeño embalse a lo largo del Cega para regular el curso del río y evitar avenidas como las registradas el pasado mes de marzo en las localidades vallisoletanas de Viana de Cega y Mojados. La iniciativa será una de las prioridades del nuevo Plan Hidrológico del Duero, que ya está en fase de redacción y que debe ver la luz en 2015, teniendo en cuenta que la planificación ha de adaptarse cada seis años, pese a que el último plan se aprobó en 2013 con cuatro años de retraso.

Esta nueva regulación se sumará a las siete previstas en la actual programación. En concreto, se proyectan en los ríos Eresma, Carrión y Órbigo y los estudios técnicos se conocerán a principios de año. En estos momentos, el órgano de cuenca ultima los informes, con el objetivo de someterlos a información pública en breve y solicitar después la declaración de impacto ambiental. La previsión es que en 2015 comiencen a desarrollarse los siete proyectos que aumentarán la capacidad de embalse de la cuenca en 150 hectómetros cúbicos, tras una inversión aproximada de 150 millones de euros.

Así lo avanzó a Ical el presidente de la CHD, José Valín, para quien estas regulaciones son «absolutamente necesarias», teniendo en cuenta que en los últimos 30 años la aportación natural de aguas al Duero se ha reducido un 18 por ciento, y que la proyección de los modelos existentes es que la cifra siga cayendo aunque en un porcentaje menor. «Hay un fenómeno que todos los hidrólogos damos por hecho, que es el cambio climático. No quiere decir que vaya a dejar de llover, sino que habrá años muy secos y otros de abundantes lluvias, por lo que la necesidad de regulación es fundamental tanto para almacenar agua, como para evitar situaciones de avenidas», explicó.

En concreto, de las siete nueve regulaciones dos se construirán en el sistema Órbigo (León), la presa de La Rial y la de Los Morales, con una capacidad conjunta de unos 30 hectómetros cúbicos de agua, que procederán de los canales del Órbigo y de Velilla. Con esta actuación la capacidad de agua embalsada para una zona regable que la mayoría de los años presenta problemas se incrementará un 12 por ciento.

En Palencia, se han planificado otras tres pequeñas presas en el río Cueza, afluente del Carrión, para incrementar los caudales embalsados en unos 60 hectómetros cúbicos. Supone un incremento del 40% con respecto a la capacidad de los embalses de Compuerto y Camporredondo, los únicos que existen en el Carrión. La otras dos presas previstas son en el Eresma, en Segovia, una en el arroyo Ciguiñuela y otra en el propio Eresma, a la altura de Carbonero El Mayor. Las dos presas sumarán una capacidad aproximada de 35 hectómetros cúbicos.

 Las siete nuevas regulaciones aprobadas, junto a la presa de Castrovido, en Burgos, supondrán aumentar la capacidad de almacenamiento del Duero un diez por ciento. No obstante, a juicio de Valín, si «del estudio serio de las proyecciones climáticas se desprendiera que éstas son una amenaza grave, la cuenca del Duero necesitará incrementos muy superiores». «Hemos pretendido no ser alarmistas, ni exagerados, sino escrupulosamente objetivos. Pero, si la tendencia es la prevista, en cuatro u ocho años habrá que tomar una gran decisión», teniendo en cuenta la escasa regulación del Duero.

«Aguas arriba de Zamora, tenemos 2.700 hectómetros cúbicos de regulación, mientras que el Guadalquivir, siendo un río con menos caudal, tiene 8.000 hectómetros cúbicos aguas arriba de Sevilla. Tenemos una regulación muy pequeña, para menos del agua que se necesita en un año».