Rugby: honor e integración

Juan López (Ical)
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Varios jóvenes con discapacidad intelectual han tenido la fortuna de introducirse en el deporte del oval gracias a un convenio entre El Salvador de Valladolid y Feaps

Ejercicios con el saco de placaje durante el entrenamiento. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Se agarran entre ellos. Con su cuerpo y con la fuerza que aportan las ganas golpean a los sacos. Reina la ilusión. Son jóvenes con discapacidad intelectual que en los últimos meses han entrenado en varias ocasiones, con carácter excepcional, junto a los jugadores de la primera plantilla y de categorías inferiores del Club Rugby El Salvador de Valladolid, gracias a un acuerdo suscrito con Feaps para llevar a cabo una iniciativa que merece la pena sólo con ver la cara de felicidad de los muchachos.

Lo dice todo el entusiasmo con el que demuestran su agradecimiento por haber compartido un terreno de juego, al menos durante un par de horas, con los jugadores chamizos, quienes, seguro, son a partir de ahora figuras idolatradas para ellos. Están felices al término del entreno por haber conocido el deporte del oval, sus valores... Rivales durante el juego. Amigos fuera. Una amistad y cercanía que crece en el famoso ‘tercer tiempo’, con un almuerzo compartido.

Puede ser un tópico. Pero la realidad es que siempre se ha vinculado al rugby con el honor. Quizá pocos deportes han estado tan estrechamente relacionados con este concepto como lo está este deporte. Si algo le faltaba a esta modalidad, minoritaria en España, pero muy relevante en la ciudad de Valladolid -con dos equipos en División de Honor-, es la integración de personas con discapacidad intelectual, posible desde febrero en los campos de Pepe Rojo gracias a este convenio.

El éxito de este programa, ‘100% integración=100% rugby’, lo atestiguan sus cerca de 60 participantes en cada una de las cuatro jornadas que se han celebrado desde febrero. Son los alumnos del Colegio de Educación Especial Puensaúco, de Burgos; de la Fundación San Cebrián de Palencia; de Asprosub, en Zamora; Apadefilm, de Segovia; y San Juan de Dios y Asprona, de Valladolid, quienes han conocido a fondo un deporte que, para la mayoría de ellos es desconocido, de la mano de los mejores ‘rugbiers’ del país. Jugadores de la talla de Manu Serrano, Álvaro Torres, Alberto Díaz, Manu Villalobos, el samoano Joe Mamea y los ingleses Tom Pearce y John Carter. Este último asegura disfrutar con esta iniciativa «gratificante» de la que sale «contento» y que desconocía. «Tienen muchas ganas y afán de superación», elogia de la actitud de los muchachos.

Teo García, miembro de la Junta Directiva del Club, asegura que uno de los objetivos es «extender el mundo del rugby y sus valores a todos los ámbitos posibles y, si además la gente sale con una sonrisa en la cara, mucho mejor». «El fin es que se diviertan», explica, por ello les gustaría que se renovara para el año que viene y que los entrenamientos se celebraran de forma más continuada.

El hambre competitivo de los jóvenes que conforman este colectivo no está en duda durante la práctica del rugby, pues tanto en categoría femenina como en masculina se han proclamado recientemente campeones de España de baloncesto en representación de Castilla y León.

«La ilusión que demuestran es impresionante. Algunos han repetido y nos cuentan que han llegado a casa presumiendo a sus padres y amigos de haber entrenado en Pepe Rojo con grandes jugadores», resume García.