Maíllo expone sus 'Identidades retratadas' inéditas

Ical
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La consejera de Cultura, María Josefa García Cirac, destaca el arte como "elemento transformador y un revulsivo turístico" que sacó retratos a la calle de protagonistas del pueblo salmantino de Mogarraz

El Museo Etonográfico de Castilla y León (MECyL) en Zamora acoge desde hoy la muestra ‘Identidades retratadas’ del artista salmantino Florencio Maíllo, que podrá visitarse hasta el 24 de marzo. Destacan los retratos inéditos y de gran formato en el exterior del recinto museístico, además de los 25 cuadros que ya pueden contemplarse en el interior y que han sido donados por el protagonista de la exposición a la Junta.

La consejera de Cultura y Turismo, María Josefa García Cirac, inauguró hoy una muestra que ha transformado la entrada y el espacio rampa del MECyL en un singular collage humano de rostros, que conforman y conformaron el paisaje identitario de la Sierra de Francia y, especialmente, de la localidad salmantina de Mogarraz, de la que es originario el artista. Entre los retratos de gran formato en el exterior figuran los de Juan Antonio Melón, mecenas de Mogarraz en el siglo XIX; Alejandro Martín Criado, autor de las fotografías que dieron lugar a los retratos y primer alcalde democrático del municipio; y la alcaldesa actual, Concha Hernández.

El proyecto se gestó hace una década y, siete años atrás comenzó su exposición, inicialmente ‘temporal’, en las calles de Mogarraz, donde hoy continúa en el exterior de los domicilios donde residieron las personas retratadas. Para sus retratos, Florencio Maíllo rescató del olvido las 388 fotografías que, en el otoño de 1967, tomó Alejandro Martín Criado para los carnets de identidad de los vecinos de esta localidad serrana, en la provincia de Salamanca.

García Cirac destacó que ‘Identidades retratadas’ trasciende de lo local, porque “se centra en la esencia del ser humano, en sus vivencias e historias cotidianas. Un proyecto social que revitaliza y pone en valor nuestro patrimonio humano e histórico.” Asimismo, recordó que sacar los cuadros a la calle convirtió a Mogarraz “en un museo al aire libre”, porque las fachadas de sus casas “portan las imágenes de los habitantes, que en otro tiempo allí habitaron”.

En este sentido, destacó el poder de la cultura como “elemento transformador”, como demuestra una exposición que ha sido “un revulsivo turístico” marcando un antes y un después para Mogarraz. “El pueblo donde las casas miran”, añadió la consejera, “es ahora también el museo que mira”, en referencia a la exposición ‘Identidades Retratadas’ que durante los próximos cinco meses ampliará la oferta del Museo Etnográfico, el más longevo de los museos regionales.

Tres partes diferenciadas

‘Identidades Retratadas’ se divide en tres partes y la primera se centra en los retratos de los habitantes de Mogarraz que, por diferentes motivos, decidieron no emigrar de su lugar de origen. Veinticinco de estos retratos, que formaron parte de la exposición en la localidad salmantina desde el inicio del proyecto, hace ahora siete años, se distribuyen ya por el vestíbulo de entrada y el Espacio Rampa del MECyL. Estos retratos, a la conclusión de la muestra el próximo mes de marzo, serán donados por Florencio Maíllo a la Junta.

Por otro lado, en el exterior del Museo destacan tres retratos de gran formato, hasta ahora inéditos, que forman un gran mural de más de cinco metros de base por casi tres de alto, llegados hasta Zamora directamente desde el taller del pintor en Encinas (Salamanca). Con estos tres retratos, imagen y reclamo de ‘Identidades retratadas’, Florencio Maíllo recuerda a los habitantes de Mogarraz desde finales del XIX, homenaje que personaliza en Juan Antonio Melón, ilustrado amigo de Goya y de Moratín; Alejandro Martín Criado, autor de las fotografías y primer alcalde en democracia de esta localidad salmantina; y su actual alcaldesa, Concha Hernández.

El segundo de los ejes de instalación de la muestra es Adela Núñez, la narradora de historias de Mogarraz. Junto a su retrato se reproducen ahora en el MECyL las grabaciones que en julio de 1989 y octubre de 1990, cuando Adela tenía 88 años de edad, le realizó José Manuel Pedrosa. Ese fondo sonoro, de casi cuatro horas de trabajo de campo antropológico, ayudó a la preservación de valiosas piezas de la tradición oral de la Sierra de Francia.

El tercer eje del proyecto expositivo se centra en las 125 fotografías del proyecto ‘Identidades Perdidas’, fruto de la labor de catalogación, documentación, digitalización y de estudio de los 3.500 negativos del archivo fotográfico de Bienvenido Vega Rodríguez, que también rescató del olvido y documentó Florencio Maíllo en un trabajo, que fue objeto de su tesis doctoral. Bienvenido Vega, vecino de la también localidad salmantina de Sequeros, fotografió durante los años 60 a innumerables personas de la Sierra de Francia, sus fiestas, retratos para carné o de familia.

Su obra es un testimonio vital de las gentes del enclave rural en unos años marcados por la emigración. El estudio de Florencio Maíllo sobre este archivo fotográfico se ha convertido en un verdadero “cuadro vivo”, de memoria recuperada y ejemplo de archivística y documentación en lo que al mundo rural y sus pobladores se refiere.