8,5 millones de deuda

M.B
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El Real Valladolid acabará la temporada debiendo 2 millones a Hacienda y otros 6,5 a pagar en un plazo de 6 a 14 años. En 2012, adeudaba 73 millones

Marzo de 2012 marcó un antes y un después en la vida económica del Real Valladolid. Aquel mes de hace seis años, el club blanquivioleta ‘descubrió’ que su deuda global era de 73 millones de euros. Realmente se trataba del primer informe realizado por los administradores concursales y enviado, como carta informativa, a los acreedores del club, revelado en estas mismas páginas entonces. De ese montante, alrededor de 45 millones, es decir el 61% del global, correspondía a la Agencia Tributaria.

Unos meses antes, en diciembre de 2011 el club había entrado en concurso de acreedores. No salió hasta julio de 2014, con acuerdos y quitas del 70% y del 80% con más de sus 300 demandantes.

Desde entonces ha ido cumpliendo con los pagos previstos en los convenios, tanto con Hacienda (con la que llegó a uno en julio de 2015) como con los acreedores particulares, rebajando la deuda hasta los 27,3 millones a finales de 2017 (con unos 20 de los mismos correspondientes a Hacienda, es decir el 72%).

El ascenso a la máxima categoría y la llegada de los ingresos procedentes de las retransmisiones televisivas harán que el Real Valladolid pase en siete años de estar en la quiebra técnica, con esos 73 millones de deuda, a tener una economía casi saneada y muy cerca de números negros. 

Las previsiones que maneja el club es que a finales de la presente temporada, la entidad vallisoletana solo tenga 8,5 millones de deuda, de los cuales 2 corresponderán a Hacienda; 5 a créditos ordinarios, con un calendario de pagos a seis años más -hasta 2025-; y otro 1,5 a pagar a partir de ese 2025 -y con un plazo de 8 años más, es decir hasta 2033-. Esta última parte se recoge en los Estados Financieros Intermedios del Real Valladolid a fecha de 31 de diciembre de 2017. Los dos millones que se deberán a Hacienda podrían incluso quedar a cero si hay una venta de algún futbolista, al quedarse este deudor privilegiado con un porcentaje del mismo.

¿Cómo se ha pasado de esos 73 a los 8,5? Primero con las famosas quitas, de hasta el 80% en algunos casos. Luego con los convenios que anualmente ha ido cumpliendo el club desde su salida del concurso de acreedores. Y finalmente gracias al ascenso a la máxima categoría y a la llegada de una cantidad muy importante de dinero.

A primeros de septiembre, el club aprobó en una Junta General Extraordinaria de Accionistas un presupuesto de 32 millones euros de gastos para la temporada 2018/19. «Los ingresos previstos ascienden a 50 millones de euros, por lo que los beneficios estimados ascienden a unos 18 millones de euros, destinados a aminorar la deuda de la entidad», se señalaba por entonces en la página web de la entidad. Es decir, esos 18 millones estimados irían a parar a las arcas de la Agencia Tributaria, pasando de los casi 20 millones que se debían en diciembre a los 2 que se estiman a finales de la presente temporada.

Así, y ciñéndonos al calendario de pagos del concurso de acreedores, vigente aún, el Real Valladolid mantendrá una deuda mínima hasta 2033, cuando está previsto que la deje a cero, aunque funcionalmente prácticamente ya esté a cero desde finales de la presente campaña.

El calendario hablaba de que a Hacienda se le debería pagar 3,6 millones al año en la máxima categoría, siempre que se mantuviesen esos casi 20 millones de deuda. Como se rebajará a 2, en la siguiente temporada ya se habría cumplido con la Agencia Tributaria.

Mientras que los acreedores ordinarios (con una deuda superior a los 250.000 euros) tienen un calendario de pagos que lleva hasta 2025, con 715.000 euros totales por año. Los subordinarios, en este caso de carácter principal, empezarán a recibir dinero a partir de ese 2025, a razón de 207.000 euros por temporada, hasta completar los 1.6 millones en 2033, cuando el Real Valladolid deberá estar a cero en cuanto a las deudas se refiere.