El jugador del Barcelona Dani Alves dio ayer prácticamente por acabada su carrera en el equipo azulgrana después de siete temporadas al asegurar que está «al 200 por ciento dentro del equipo», dispuesto a ganar la Copa y la Champions para volver a hacer Historia, pero que está «ni al 10 por ciento» dentro del club, pues ahora mismo ve «descartado» que siga y, tras la final contra la Juventus, lo ve «peor».

«Ahora tengo los dos pies dentro con el vestuario, y pie y medio, cuerpo y casi la cabeza fuera de la entidad», manifestó en una larga rueda de prensa donde dio a conocer su versión de los hechos.

Y es que las negociaciones están rotas, a tenor de lo que desveló. «No merece la pena comparar las ofertas que tengo, me dan más valor fuera que en el Barça, un equipo al que tanto he dado y que saldría perdiendo. Tengo que disfrutar de los momentos lindos, los compañeros se lo merecen, quieren volver a ser grandes y no lo voy a estropear», comentó.

El lateral parece tener claro no querer hacer daño al equipo, pero sí al club. «No puedo pensar egoístamente en mí y en montar líos, bastante maduro soy e inteligente me considero como para montar follones teniendo dos finales por jugar. Vengo a defenderme de todo lo que se ha dicho», reiteró.

«Tengo la sensación de que la junta no da valor a lo que he hecho. Si me siento así, hay que tomar decisiones. Pero mientras forme parte de esta plantilla, voy a poner mi granito de arena para alcanzar los objetivos. A partir de ahí será lo que yo quiero», apostilló.

 Además, quiso recalcar que no solo pide más dinero, ni tiempo, sino que exige respeto. «Sigo insistiendo que me gustaría quedarme en el Barça, pero no a cualquier precio, y no hablo solo de sueldo. Si no me respetan, buscaré un sitio donde lo hagan», señaló.

Además, confirmó que la sanción de la FIFA cambió todo el panorama. «Sé que la entidad no quiso renovarme, pero desde que conocieron la decisión, se volvieron locos por ampliar mi contrato. Es mucha tela el valor que creo que tengo. Si no me lo dan, lo buscaré en otro lugar», se sinceró el lateral, indiscutible en el once de Luis Enrique, como lo fue ya anteriormente para el ‘Tata’ Martino, Tito Vilanova o Pep Guardiola.

«También han hablado conmigo precandidatos a las elecciones, pero me da igual, no pienso esperar tanto. Tuve un reunión con el presidente Bartomeu hace menos de un mes. Le pasé información de lo que aceptaría o me parecía justo para seguir. Como la junta cree que no es conveniente, o que no puede, pues mira», espetó.

De todos modos, fue enigmático al inicio de su comparecencia, al reconocer que su futuro era una «incógnita», lamentando que se hayan publicado muchas «gilipolleces» sobre este asunto y aplazando el anuncio de su decisión hasta después de la final de la Champions para no «distraerse».

«Tengo contrato hasta el 30 de junio. Por la gente que me aprecia, por todo lo que envuelve todo, por respeto solo pienso en disfrutar de estas dos finales», señaló.

Ademas, tampoco quiere que Luis Enrique o su compañero Leo Messi tengan la «responsabilidad» de pedir al presidente que le renueve. «No quiero que lo hagan. Tienen que ayudarnos a conseguir los títulos y están centrados en ello como yo», manifestó.

Tanto el técnico como el argentino le han alabado últimamente y, de hecho, no haría falta que el asturiano lo hiciera, pues él mismo comentó que solo hace falta mirar las estadísticas para ver el peso del brasileño en el equipo.

«No he hablado con el entrenador, bastante tiene él. Es problema mío, no quiero que influyan en mis decisiones ni problemas. Si yo tomo las decisiones, yo seré responsable salga bien o salga mal», recalcó en este sentido.

«Me quede o no, este club estará en mi corazón porque han sido los años más maravillosos que he vivido, y espero seguir viviendo hasta el 30 de junio», concluyó.