La Operación Finger arrancó en agosto y ha servido para desmantelar un laboratorio de cocaína en el barrio de La Farola, tras la detención el pasado martes de J.E.P.C., de 37 años de edad y sin antecedentes policiales, acusado de un presunto delito contra la salud pública. Se ha intervenido mercancía para fabricar más de un kilo de droga. 

La investigación de los agentes del Grupo VIII de la UDYCO de la Brigada Provincial de Policía Judicial arrancó sobre la actividad del ahora detenido en la calle Italia, después de recibir informaciones que apuntaban que podría estarse dedicando a la venta de estupefacientes, algo que fue verificado mediante un dispositivo de vigilancia que fue más allá, ya que se descubrió que también tenía un laboratorio en la calle Arzobispo Marcelo González, según detallaron fuentes de la Comisaría Provincial, que destacaron la "gran complejidad" de la Operación Finger, debido a "las medidas de seguridad adoptadas por el investigado para intentar detectar cualquier presencia policial". En ese segundo domicilio que usaba al mismo tiempo de laboratorio y de 'caleta' tenía sustancias de corte, prensa hidráulica de grandes dimensiones, molinillos, así como unos aros metálicos con el fin de confeccionar los cilindros de cocaína incautados.

El registro en los dos inmuebles se produjo el miércoles, interviniéndose 700 gramos de cocaína, 500 de sustancia de corte y 1.720 euros en efectivo. El valor total de las sustancias intervenidas en el mercado ilícito podría ascender a 40.000 euros (2.700 dosis de cocaína). El detenido ha ingresado este viernes en prisión por orden del juez de guardia.