Como ya es habitual en los encuentros entre el VRAC Quesos Entrepinares y el Silverstorm El Salvador, la igualdad fue la gran protagonista del derbi que decidiría el campeón de la División de Honor 2017/2018. Pero fue el VRAC el que a los puntos, en los 80 minutos, se llevó el título. Campeón de la fase regular y finalista por la puerta grande, la seriedad, el sacrificio y la gestión de los momentos críticos y también de los eufóricos coronó al conjunto quesero como campeón liguero por octava vez en su historia, igualando los títulos del eterno rival, que intentó hasta el último segundo evitar que el conjunto azulón equilibrase la balanza.De esta forma, el equipo de Diego Merino se alzó con el título ante sus máximos rivales en el estadio José Zorrilla, con 10.423 espectadores. Los pateadores fueron los protagonistas de un duelo que decidía un la competición de rugby nacional más exigente.