El turismo senior coge el testigo del turismo religioso, deportivo y cultural tras varias semanas de buena ocupación. La capital vallisoletana se ha convertido en epicentro del turismo de personas mayores y, en especial, de las excursiones programadas por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) para conocer Castilla y León. Es más, los números que maneja el sector posiciona a Valladolid a la cabeza del ranking receptor de este tipo de visitantes hasta el punto de que el año pasado ya se ha situado por delante de ciudades del entorno comoson Salamanca o Palencia, que eran las primeras localidades receptoras de este segmento que, al mismo tiempo, está significando un «alivio» para los empresarios hoteleros ante la creciente disminución en los últimos años del turismo de negocios y del turismo congresual, una bajada que ha ido en paralelo a la crisis.
«Valladolid se ha convertido en el motor del turismo senior gracias a la contratación de numerosos mayoristas», explica el presidente de la Asociación de Hoteles, Francisco de Frutos, quien precisa remarca en este sentido que este turismo de mayores «supone un balón de oxígeno para los establecimientos que reciben a estas personas pero también a todos los establecimientos de la ciudad e incluso de la provincia». La responsable del Hotel Parque, Irene Hernández, explican en la misma línea que «es un mecanismo de supervivencia en unos tiempos donde el sector no está atravesando su mejor momento». Otro establecimiento referente de este turismo senior es elHotel Olid, para algunos el mejor posicionado en este segmento por gestión y política propia además de por situación geográfica en la ciudad. Lo reconoce su propio gerente, Juan Carlos Higueruela, quien apuntó a este periódico que él dispone de muchas habitaciones, por lo cual recurre al turismo senior pero también al de negocios, cultural...
Estos viajes están organizados a precios muy ajustados, con paquetes cerrados con promociones más allá de la pernoctación, pero que a los hoteles les deja unos márgenes justos. Justos pero necesarios, por otro lado, «porque alivian la situación de un sector tocado, que ha visto importantes caídas de llegada de visitantes y que empieza a salir a flote además de por momentos puntuales como la Semana Santa, por una ambiciosa apuesta del turismo deportivo o este turismo senior».
Un turismo, por cierto, que utiliza a la capital vallisoletana como centro de sus excursiones porque en la capital y provincia vallisoletana pueden estar dos o tres días y el resto hacen excursiones programadas a ciudades como León, Burgos o Salamanca, para regresar a dormir a Valladolid, con lo que el gasto en concepto de cenas o salidas nocturnas siempre se queda aquí. Son series de excursiones o paquetes con una duración de siete días pero que en muchos casos unos van pegados a los siguientes. Y esta situación es la que está sucediéndose ahora mismo en la ciudad, con grupos recién llegados y otros que acaban de partir, y cuyos autobuses o excursiones están siendo especialmente vistosos por el casco antiguo.
Al ser excursiones de varias decenas de personas, incluso hasta 200 mayores, el Imserso requiere establecimientos con cierto número de habitaciones siendo los requeridos más habitualmente el Hotel Olid (plaza de San Miguel), Hotel Parque (paseo Hospital Militar) o Hotel La Vega (avenida de Salamanca, kilómetro 131 en Arroyo).
Es más, es tal aceptación la que está teniendo en los últimos meses este tipo de turismo que tanto la Sociedad Mixta de Turismo como la Diputación Provincial tienen programados varios paquetes turísticos al respecto. En definitiva, el sector hotelero está ante un pujante segmento de mercado nacional que se sitúa entre los 55 y 75 años de edad y que se caracteriza por ser un tipo de viajero a quien le gusta viajar fuera de temporada y busca destinos asequibles y de calidad.