La residencia y el colegio de Peñafiel consumirán la biomasa generada por un cultivo energético experimental

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Una plantación de 14 hectáreas de chopos, sauces y robinas sirve para empezar a evaluar en una primera poda si el cultivo es rentable a largo plazo para generar energía

La residencia y el colegio de Peñafiel consumirán la biomasa generada por un cultivo energético experimental

La residencia de mayores y el colegio público 'Las Villas' de Peñafiel serán las primeras estancias cuyas calderas adaptadas a la quema de biomasa recibirán el producto procedente de una plantación leñosa efectuada en la primavera de 2011 por parte de Iberdrola, destinada a la generación posterior de energía. El objetivo del proyecto de Innovación y Desarrollo (I+D) denominado 'Lignocrop' apuesta por recuperar tierras abandonadas con cultivos alternativos que permitan crear empleo y riqueza en el entorno rural.

El proyecto pionero tiene como objetivos demostrar la viabilidad técnica y económica-financiera de los cultivos energéticos leñosos, que en el caso de Peñafiel se lleva a cabo de forma experimental en 14 hectáreas de chopos, sauces y robinas. Una primera poda realizada hoy permitirá a los técnicos empezar a evaluar si la iniciativa es rentable a medio y largo plazo para generar energía térmica y también eléctrica.

El alcalde de Peñafiel, Roberto Díez, agradeció “la firme apuesta” de una empresa como Iberdrola “con conocimiento y capacidad económica y financiera” para afrontar proyectos de investigación. “Es una gran oportunidad el poder contar con un cultivo innovador como el leñoso para generar energía a través de biomasa. Ojalá se adapte a nuestro territorio y la comarca, que fue castigada antes por la reestructuración de la remolacha y la pérdida de una plantación azucarera moderna, y que podría revitalizarse teniendo en cuenta también la fuerte inversión en infraestructuras para modernizar el regadío”, explicó.

En su opinión, a partir de ahora, hay que empezar a hablar con los agricultores y cooperativas y que se les pueda ofrecer datos de rendimientos de los cultivos energéticos en los primeros resultados “presentando una alternativa que cree riqueza en el sector agrario". Para el regidor, en ocasiones hay “cierto temor” a las propuestas de innovación en el sector primario y “cuesta mucho” que se encuentre a propietarios de tierras “con capacidad de emprendimiento o más abiertos a experimentar”.

Díez considero que este tipo de cultivos energéticos no solo debe experimentarse en zonas de secano si no también de regadío y se refirió a las cortapisas que puede presentar la Política Agraria Común (PAC). “Las subvenciones están muy acopladas y es complicado que entren nuevos cultivos, y si se desacoplan estas ayudas también empezará a cambiar la mentalidad de los empresarios agrícolas, además de que se  apoye la aplicación de medidas agroambientales”, señaló.

Para ello, el Ayuntamiento de Peñafiel ya ha dado los primeros con dos inversiones destacadas en calderas de biomasa en la residencia de mayores y el colegio público 'Las Villas', la primera ya en funcionamiento y la segunda lo hará en enero. “Tienen consumos elevados de calor y parte de lo que se genere en los cultivos energéticos del pueblo se va a quemar para calentar estos recintos”, dijo.

Díez se refirió al futuro de las energías renovables “no solo con este cultivo leñoso”, si no también con la gran riqueza forestal de la comarca de Peñafiel y de Castilla y León en general. “El aprovechamiento de esta masa está sin gestionar y hay que motivar tanto a la propiedad de montes públicos como a la privada, al poder ser una excelente alternativa de generación de riqueza y empleo en el medio rural”, arguyó.

Primera corta y acopio

Iberdrola procedió hoy a la corta y el acopio del cultivo leñoso que se plantó en la primavera de 2011, recogiendo así casi cuatro años después los primeros frutos de un proyecto que pretende optimizar la cadena logística de suministro de biomasa para fines energéticos. El presupuesto del proyecto 'Lignocrop' asciende a cerca de tres millones de euros en 60 hectáreas de cultivo energético  con un máximo de doce años de vida útil, repartidas entre Peñafiel (Valladolid); Tahivilla (Cádiz); Molina de Aragón (Guadalajara); y en la vega de Granada.

El proyecto se extenderá hasta diciembre de 2017, período que se considerá más que suficiente para poder experimentar los parámetros que permitirán a Iberdrola asegurar el control de la eficiencia y los costes de producción, junto a una gestión de aspectos medioambientales claves.

Al respecto, el responsable del área de Bionergía de Iberdrola Renovables, José Antonio Arrieta, explicó que el proyecto de I+D es probablemente uno de los “más ambiciosos” que se han llevado a cabo en España con el objetivo no solo de abordar el aspecto técnico desde el punto de vista de la ingeniería agrícola si no en el plano económico.

“Se trata de ver si estos cultivos forestales en terreno agrícola son viables tanto para el propietario de la tierra como para el cliente final, bien en calderas a nivel doméstico o de pequeños negocios o entidades quemando la astilla de los cultivos leñosos, o bien en centrales de biomasa a nivel de generación térmica, eléctrica o mixta”, concretó.

Arriera señaló que el concepto de que la biomasa es una energía renovable “lo tiene claro mucha gente” pero el problema llega a la hora de que sea viable transformarla en electricidad. “Para ello debe cambiar la regulación actual, ya que los costes que tiene reconocidos y con las primas y ayudas que se dan a esta tecnología para empezar a implantarse no es posible desarrollar este tipo de plantas productivas de electricidad pura. La térmica, sin embargo, si se puede generar en pequeñas calderas pequeñas con requisitos de calor que se pueden sustituir por las tradicionales fuentes fósiles obteniendo una energía limpia, renovable y sostenible como la biomasa”, dijo.

El directivo de Iberdrola se refirió además al hecho de que el ámbito de la gestión pública los políticos están “concienciados” de la necesidad de generar y consumir energías no contaminantes “pero muchas veces regulan a muy corto plazo” y estas tecnologías requieren planes de negocio a 20 ó 25 años.

“La compañía sí apoya a la clase política a nivel de Castilla y León y el Estado para que tengan en cuenta en el 'mix' de energía renovable y sostenida como la biomasa para que pueda ser un complemento a otras que, gracias a las ayudas ya recibidas, están muy implantadas como la eólica o la solar. El problema es que en época de crisis y escasez económica se nota en todo tipo de políticas como es el caso de la energética”, concluyó.

Colaboración empresarial

El proyecto 'Lignocrop' es la primera iniciativa a una escala pre-industrial que desarrolla un estudio sobre la optimización de toda la cadena logística de los cultivos energéticos. Se basa selección genética de los mismos, producción de la planta en el laboratorio, crecimiento en los emplazamientos más adecuados, proceso de recolección y preparación, acondicionamiento de la biomasa y entrega al cliente final, que a escala industrial, serían centrales de generación energética-.

El objetivo tiene como fin último es el suministro de combustible a centrales de generación energética -eléctrica o térmica-. Los cultivos energéticos son una de las principales opciones de futuro como materia prima para generar energía a través de dichas centrales de producción. De hecho, dadas sus características de estabilidad y homogeneidad, pueden llegar a convertirse en las mayores proveedoras de este tipo de instalaciones, solventando el actual problema de garantía de suministro de las mismas.

Aparte de propiciar la generación de energía limpia, este tipo de plantaciones consigue fomentar alternativas de producción para el campo y el agricultor. Asimismo, el desarrollo de los cultivos energéticos suele ir acompañado de un avance paralelo de la industria de transformación de la biomasa en combustible, lo que implica un impulso al sector de la biomasa en su conjunto. Gracias a esta iniciativa, Iberdrola prevé situarse a la cabeza en el impulso y divulgación de las mejores prácticas para llevar a cabo cultivos energéticos, sentando las bases para el desarrollo de este mercado.