Una esclavitud del siglo XXI

AGENCIAS
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La prostitución, que en España es alegal si se ejerce libremente, es practicada por un total de 50.000 trabajadoras del sexo en 1.400 clubes y en la calle, según los datos de la Policía

El debate sobre la legalización o no de la prostitución en España saltó a la actualidad la pasada semana, tras la propuesta del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, de regularizar esta actividad. Pero, ¿cuál es su situación actual?, ¿quiénes la ejercen en España?

Se encuentra en una situación de alegalidad, es decir, no es legal ni ilegal y, si su ejercicio es libre, cuando una persona decide ejercerlo y quedarse con el beneficio, no está penado en España.

Sí está sancionado, sin embargo, su consumo cuando éste se solicite y disfrute «en zonas de tránsito público, cerca de lugares destinados a su uso por menores o en áreas que puedan generar un riesgo para la seguridad vial», según la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, que establece para esta falta  multas de entre 601 y 30.000 euros.

Pese a que ejercer la prostitución libremente no está penalizado, los municipios tienen la capacidad de regularla en las calles a través de sus ordenanzas. Así, Barcelona prohibió en 2012 esta actividad callejera con sanciones de hasta 3.000 euros para los clientes y de hasta 750 para las meretrices.

Aunque realizada libremente no es un delito, el actual Código Penal establece los casos de prostitución de menores, el ejercicio forzado o coaccionado en mayores de edad y el hecho de lucrarse de que otra persona la realice si hay explotación.

Respecto al número de trabajadores del sexo en España, no existen datos oficiales al respecto; sin embargo, diversos estudios apuntan a que el 80 por ciento de quienes la ejercen lo hacen contra su voluntad.

En este sentido, el inspector jefe del Centro de Inteligencia de Análisis de Riesgo de la Policía, José Nieto, señala que hay identificadas a unas 16.000 personas en «zonas de riesgo», que son lugares «en los que en algún momento se han reconocido a víctimas de trata de personas», pero esto no significa que todas estas personas realicen la prostitución forzadas, y de hecho estima que este número representa «un tercio aproximadamente» del número total que puede haber en España.

Extranjera y necesitada.

El perfil común de la prostituta es, según distintos expertos policiales y judiciales, el de una mujer extranjera que, en muchos casos, está en situación de irregularidad y que normalmente practica esta actividad por necesidad y para poder sobrevivir.

Además, la circunstancia de alegalidad en la que se encuentra la prostitución significa que quienes la ejercen voluntariamente no tienen protección laboral, de modo que no pueden darse de alta en la Seguridad Social, ni cotizar, ni sindicarse, ni derecho a la huelga, ni tener vacaciones.

Una de las preguntas más habituales de la ciudadanía respecto a su situación legal es, si no está regulada en España, por qué existen locales en los que se ejerce. Ello es debido a que los burdeles «se disfrazan como hostelería», señala rotundo el profesor de Derecho de la Universidad de Extremadura, Pedro Brufao.

Esto dificulta que haya censos sobre el número de clubes, aunque sí hay aproximaciones. Según cálculos de la Policía, la cifra rondaría los 1.400 locales.

El tipo de cliente ha cambiado mucho en los últimos años y, según advierten, cada vez es más joven, ya que la edad oscila entre los 19 y los 20. Según Brufao, «todo ello se debe a que en la sociedad se está extendiendo y asimilando el tema del ocio a los clubes».

Una idea con la que coincide la Asociación para la Prevención a la Mujer Prostituida: «Me preocupa que la gente joven normalice esta situación», comenta el docente.